La Diputació de València ha dado un paso muy importante para la mejora de la carretera que comunica las localidades de Bellreguard y Almoines, donde, además de curvas cerradas y escasa visibilidad, se produce una estrechez entre acequias que la convierten en una de las más peligrosas de la comarca.

Según informó ayer el Ayuntamiento de Bellreguard el área de Carreteras del ente provincial que dirige Pablo Seguí, ha adjudicado a la empresa Intercontrol Levante por 40.516 euros la redacción del proyecto, reclamado desde hace años por los ayuntamientos más afectados.

El proyecto determinará en qué puntos y cómo se mejora la seguridad vial, pero con toda probabilidad determinará una ampliación de la calzada, la suavización de las curvas y una solución al peligro cruce que enlaza la carretera con la de Rafelcofer.

El concejal de Urbanismo de Bellreguard, Joan Marco, ha señalado su satisfacción por el impulso a lo que consideró "una actuación que capital para mejorar la seguridad vial en el municipio".

Marco recordó que el tramo de la CV-681 entre Bellreguard y Almoines "ha sido escenario de numerosos accidentes de tráfico" y que la mejora también permitirá acabar "con los continuos atascos que se generan por los autobuses que acuden al instituto Joan Fuster" procedentes de l´Alqueria de la Comtessa, Palmera, Beniflà, Beniarjó, Rafelcofer o Almoines.

Se trata de una carretera estrecha por la que circulan también un elevado número de motos de los alumnos de cursos superiores que acuden al instituto.

En el momento en que se presente el proyecto se determinará cuándo se ejecutan las obras y con qué presupuesto, pero eso ya va a quedar para la próxima legislatura.