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Investigación

Una familia de Oliva halla en una fosa de Manresa a un soldado desaparecido en 1938

El sobrino nieto de Salvador Llidó ha seguido el rastro del joven de 24 años, fallecido en un hospital de Manresa al final de la Guerra Civil - Los familiares siguen luchando por exhumar los restos y enterrarlos en Oliva, aunque hay algunas dificultades

La familia olivense Llidó García ya descansa tranquila tras encontrar en el Cementerio de Manresa la sepultura de Salvador Llidó García. Han pasado toda una vida queriendo averiguar qué fue lo que le ocurrió a este joven soldado durante la Guerra Civil española, y una casualidad hizo que llegaran hasta su tumba justamente el sábado pasado.

Miguel Vicente García Seguí, de 59 años y asesor de marketing, es el que siempre ha querido satisfacer a su padre, Miguel García Llidó, y el que ha conseguido conocer dónde estaba su tío abuelo Salvador, hermano menor de su abuela Vicenta Llidó García, con el que tenía muy buena relación cuando desapareció.

Gracias a la colaboración de la concejala socialista Ana Morell, por internet conocieron que se había publicado un listado de 296 personas enterradas en una fosa común de Manresa. El listado lo hizo público una asociación para la memoria histórica de la zona, que lo había encontrado en una biblioteca municipal. En la relación figuraba un hombre con el mismo nombre y apellidos que Salvador Llidó, fallecido el día 2 de enero de 1939 en el Hospital de l´Institut, uno de los Hospitals de Sang de Manresa, habilitados para evacuar a los heridos en el frente. García señaló a Levante-EMV que «desde ese día tuve la esperanza que fuera él, porque era mucha coincidencia».

Ana Morell se puso en contacto con los responsables de la asociación de Manresa, quienes ofrecieron la posibilidad de visitar la fosa común del cementerio, 79 años después del entierro de Salvador. Miguel Vicente, su mujer, Pepa Marín, Ana Morell y Ana Mena se desplazaron desde Oliva y visitaron la fosa el sábado de la semana pasada. «Nos dijeron que se pusieron en contacto con 50 familias de personas enterradas en la fosa, pero en el caso de mi tío no tenían ningún dato», señala García.

La última vez que fue visto

Durante la contienda, al parecer, Salvador Llidó fue trasladado convaleciente y herido (posiblemente de la clavícula, porque la familia recuerda que llevaba el brazo «en cabestrillo»), al Monasterio de Sant Jeroni de Cotalba, en Alfauir, que había sido requisado como hospital militar. Su hermana se enteró e iba todos los días a verlo y llevarle comida, como pan, embutidos o fruta. Pero llegó un día en el que, sin esperarlo, fue trasladado a otro lugar, sin que la familia tuviera noticias.

Desaparecido en la guerra

Al parecer, Salvador Llidó se había librado del servicio militar por exceso de cupo. Había nacido en Oliva el 2 de marzo de 1914, hijo de Salvador Llidó Mayans y Vicenta María García Ortolá, y fue bautizado en la parroquia de Sant Roc del Raval, según costa en el Registro Parroquial. Era el menor de cuatro hermanos. La mayor era Vicenta, la abuela de Miguel Vicente. Cuando estalló la Guerra Civil, Salvador era soltero, aunque tenía novia formal y trabajaba como obrero. Fue de los primeros en ser reclutados por el Ejército republicano.

Las últimas noticias de su existencia llegaron desde Cataluña. Tanto la novia como su madre recibieron varias cartas en las que se señalaba que el remitente se encontraba en Figueres. Pero un día dejaron de recibir misivas. No sabían si había desaparecido, estaba prisionero o había fallecido. Todo lo demás se ha conocido ahora, tras saber que está enterrado en una fosa de Manresa.

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