Según Renfe, de los 4.000 pasajeros que utilizan diariamente la línea C-1 entre Valencia y Gandia, «el 80% viaja con bono, por lo que no tiene que comprar cada vez el billete». Así, según la compañía ferroviaria, son mínimos los incidentes que se producen en la venta de los títulos de transporte, y las cuatro máquinas de venta de billetes de Cercanías que hay en la estación de Gandia son suficientes para el tráfico diario de la línea. Sin embargo, este periódico pudo comprobar ayer que, al no vender las máquinas bonos como los de familia numerosa o pensionista, los usuarios que quieren adquirir estos títulos bonificados han de hacer cola en ventanilla. Estos viajeros, junto con los que acuden para consultas o para comprar billetes de larga distancia, engrosan la cola en taquilla, para desesperación de los pasajeros que solo quieren comprar un billete de ida «normal» de Cercanías sin necesidad de recarga.