Las tres religiosas de la orden franciscana de la Inmaculada, que durante más de un siglo han estado al cuidado de ancianos en el antiguo convento de Sant Roc de Gandia, y después de tener en condiciones la iglesia del Beato, se despidieron el domingo pasado con una eucaristía a la que no faltaron autoridades municipales y representantes de numerosas asociaciones de la ciudad. Las tres mujeres que formaban parte de la comunidad, María de los Ángeles Sagredo, María Rosa Frasquet y Mercedes Montes, fueron agasajadas por los presentes y a las tres se les reconoció la labor que han llevado a cabo durante décadas. Dos de ellas irán ahora a la residencia para religiosas mayores que la orden tiene en l'Alqueria de la Comtessa y la tercera a la localidad de Teulada. Mientras, el Ayuntamiento de Gandia estudia cómo gestionar a partir de ahora la limpieza, mantenimiento y apertura de la iglesia del Beato, que es de propiedad municipal. En la imagen superior, las religiosas, en el centro, posan con las autoridades municipales y representantes de asociaciones. A la derecha, la concejala Liduvina Gil entrega un detalle a las tres.