Algunos ayuntamientos valencianos ya saldaron su deuda con los republicanos españoles que, tras la guerra civil, fueron deportados a campos de concentración nazis, especialmente al complejo Mauthausen-Gusen, donde la mayoría encontró la muerte y todos el horror más espantoso.
Ahora es la Generalitat la que, a través del programa Construint Memòria, está llevando a cabo esos homenajes, tardíos en todo caso porque quienes los reciben ya son sus hijos o nietos.
La consellera de Justicia, Administración Pública, Reformas Democráticas y Libertades Públicas estará hoy en Gandia y Oliva, donde, en ambos ayuntamientos, rendirá homenaje a nueve personas. Seis hombres de Gandia (Francisco Vicente Escrivà Morant, Enrique Calabuig Buigues, Jaime Ferrer Segura, Francisco Prefaci Alberola, José Ferrer y Valentín García Rodrigo) y otros tres de Oliva (Ricardo Pellicer Beneyto, José Aunión Muñoz y Vicente Cots Ortolà) que acabaron en ese campo de exterminio junto, al menos, otros seis ciudadanos de la comarca de la Safor.
Nadie está vivo ya, pero ambos ayuntamientos se han puesto en contacto con familiares para que Gabriela Bravo pueda transmitirles, en nombre del Consell de la Generalitat, su reconocimiento.
