Cerca de un año han durado las obras realizadas por el Ayuntamiento de Gandia, el Gobierno de España y la Generalitat Valenciana para dar una nueva imagen a la fachada norte de la ciudad, la que se observa desde la llamada Gran Via del Castell de Bairén, junto al polígono de Alcodar.
El proyecto, que en realidad son varios, ha quedado ultimado y el delegado del Gobierno de España en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Fulgencio, acudió, acompañado de las autoridades locales, para conocer la actuación.
Lo abierto ayer ha contado con una inversión de 1,3 millones de euros. No solo se ha embellecido la entrada norte y se reduce el riesgo de accidentes, sino que también se han habilitado carriles para viandantes y ciclistas, convirtiendo toda esa zona en más permeable a la ciudad. De hecho, uniéndola al casco urbano en una continuidad.
Aspecto no menos importante, la actuación, que fue explicada ayer in situ por el ingeniero Josep Blasco, ha contemplado accesos dignos para el distrito de Santa Anna y a la urbanización de ese distrito, en el que está previsto que se construya, en la próxima legislatura, el nuevo Palacio de Justicia de Gandia.
Y tampoco es un tema menor que, soterrado, se haya incluido un enorme colector de aguas pluviales que va a evitar las habituales inundaciones en esa zona por las escorrentías que bajan de la montaña cercana. Según explicó el ingeniero Blasco, la canalización situada bajo los pies de quienes ayer recorrieron la obra es capaz de enviar al barranco de Beniopa 12,7 metros cúbicos por segundo, un enorme caudal que anula el riesgo de inundaciones salvo que el episodio de lluvia sea realmente extraordinario y potencialmente catastrófico.
La carretera de Primo de Rivera
Como en su día informó este periódico, en el lugar han quedado pequeños lienzos de los adoquines de la carretera que, por ese mismo trazado, se construyó durante la dictadura de Primo de Rivera, en el primer tercio del siglo pasado. Aquellas obras, realizadas por los Peones Camineros, supusieron una revolución en las comunicaciones de transporte terrestre, y el ayuntamiento consideró adecuado no tapar los adoquines para dar testimonio histórico de la antigua carretera.
La alcaldesa de Gandia, Diana Morant, el delegado del Gobierno de España, Juan Carlos Fulgencio, y los empresarios de Alcodar y de la Federación de la Safor elogiaron el proyecto que, según se dijo, se reclamaba desde hace décadas y que contribuirá a mejorar el acceso a la zona y a convertirla en más competitiva y atractiva para las empresas.
