Miles de personas contemplaron este año la recuperación de La Passió d'Oliva en su versión más espectacular, coincidiendo con su séptima representación, tras el paréntesis que supuso el año anterior por un accidente que sufrió David Capellino, la persona que representa a la figura de Jesús.
El acto, organizado por la Associació Cultural La Passió d'Oliva, tuvo como novedad este año la participación de la Última Legió Hispania, Centuria Romana de Pego. En la parte final volvió a intervenir el Orfeó Josep Climent de la Associació Artístico Musical d'Oliva, dirigido por Inma Mateu.
La Passió d'Oliva se prepara con ensayos durante muchos tiempo a cargo de la directora, Mónica Castillo. David Capellino hace de Jesús de Nazaret y Conxín Vallés de la Virgen María.
Además Miguel Ángel Pérez fue de nuevo Poncio Pilato, y Ana Jordà fue María Magdalena. David Vitoria interpretó a José de Arimatea, y en esta ocasión Sandra Gilabert fue la Verónica. Muy destacado quedó el momento del descendimiento del cuerpo de Cristo de la Cruz en la escena de la Piedad. En el papel de Abenader estuvo este año Joan Sendra, y San Juan fue Juan Cobo.
El resto de personajes que participaron fueron Francisco Mollà como Barrabás, Ángel Avargues como Simón de Cirenene, Vicente Pericàs y Julio Llorca como los Fariseos, Jordi Lleches y Álex Estruch como los ladrones crucificados, Paco Ibiza Peiró y Vicente Capellino Vallés como los latigadores, sin desmerecer a la nutrida participación de ciudadanos, que contribuyen a mantener durante todo el tiempo la estampa de la pasión.
Después de la muerte en la cruz y el traslado de su cuerpo al sepulcro, representación culminó con la aparición de Jesús resucitado, vestido de blanco, en el banco de «les tres casetes». La plaza de Sant Roc y el Calvario de Santa Anna fueron los puntos de mayor concentración de público de todo el recorrido. Tras esta nueva representación de la Passió d'Oliva, los componentes del grupo ya están pensando en las mejoras para la próxima edición.
