Pocas veces en una rueda de prensa política se han escuchado tantos elogios como en la que, ayer, se dirigieron Víctor Soler, candidato a la alcaldía de Gandia por el PP, y Carla Ripoll, exconcejala y exsenadora de este partido. Soler a Ripoll y Ripoll a Soler se pasaron media intervención ensalzando su mutua acción política. Todo para anunciar, en palabras del candidato a la alcaldía, el «fichaje estrella» de quien se encargaría de coordinar la acción del gobierno local si Soler consigue el objetivo de ser alcalde. «Será mi mano derecha», precisó el candidato.

Lo más significativo de este regreso a la política activa de Carla Ripoll es que queda condicionada a que el PP recupere la gestión del Ayuntamiento de Gandia. La exconcejala no figurará en la lista electoral que encabeza Soler, sino que asumirá la responsabilidad institucional por designación directa. Así Soler tiene más plazas para contentar a quienes sí quieren estar en puestos de salida en su candidatura. «Yo no quiero ir en listas, quiero trabajar», apostilló la dirigente popular.

Aun así, el aspirante a alcalde dijo que «nuestra candidatura suma mucho», y confesó que, tras varios encuentros con Ripoll, el acuerdo ha sido «muy fácil».

«Víctor ha evolucionado y ha cambiado muchísimo», indicó Ripoll instantes después de tomar la palabra en esa comparecencia conjunta y aplaudida por militantes y simpatizantes. Y después destacó el mensaje que el PP va a trasladar insistentemente en esta campaña electoral para dar fortaleza a la candidatura: «Estamos todos unidos». La exsenadora incluso sorprendió al señalar que, antes de dar este paso, había hablado con el mismísimo líder nacional, Pablo Casado, de quien dijo que «tengo su apoyo expreso», una expresión que después repitió en plural, refiriéndose al conjunto del partido en Gandia.

El reencuentro que se escenificó ayer se veía venir desde el viernes pasado, cuando Ripoll estuvo al lado de Soler en su presentación como candidato. Más atrás en el tiempo, justo el mismo día de su designación para aspirar a alcalde, el concejal ya dejó entrever que quería a Ripoll a su lado, y no tardó en llamarla para tomar un café y trasladarle del proyecto político que tiene para el ayuntamiento. Ayer lo reiteró: «Carla es un emblema del PP», y por eso sus primeras palabras fueron para expresar los sentimientos. «Es un día de felicidad absoluta».