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Infraestructura

El muro antirriadas del Vaca costará a Tavernes 900.000 euros y será en parte de tierra

El ayuntamiento recibió ayer el proyecto, que incluye una compuerta en el puente de la calle Matadero Ahora tiene que aprobarlo la CHJ

El muro antirriadas del Vaca costará a Tavernes 900.000 euros y será en parte de tierra

Tavernes de la Valldigna ya sabe cómo será el muro que se construirá en el margen del río Vaca a su paso por esta localidad para evitar las inundaciones del casco urbano en periodos de fuertes lluvias. Ayer mismo entró en el ayuntamiento el proyecto que ha elaborado una empresa y en el que se detalla de qué manera discurrirá el dique, que, en principio, será provisional a la espera de que el Gobierno ejecute alguna vez las obras de laminación.

La obra tendrá un coste de 900.000 euros, que, en principio, sufragará el ayuntamiento. Como estaba previsto, se instalarán unas compuertas en el puente de la calle Matadero. Estas se mantendrán abiertas habitualmente y cuando se registre un episodio climático que encienda la alerta de desbordamiento, se cerrará, evitando el paso y, a su vez, que el río se salga hacia la zona urbanizada de la localidad. Las puertas tendrán una altura de 1,8 metros, mientras que su longitud será de diez metros.

A partir de ahí, en dirección este, partirá el muro. El primer tramo del mismo, justo hasta el punto en el que empieza la urbanización del Vergeret, se levantará una pared de hormigón, que servirá como soporte de las compuertas cuando estén abiertas. Desde la zona donde se levantan los edificios y hasta el pabellón multiusos, es decir, a lo largo de toda la avenida Corts Valencianes, el dique será una mota de tierra.

Se ha optado por esta fórmula para crear una infraestructura más amable e integrada en el entorno. El montículo tendrá una parte central de dos metros de altura y posteriormente bajará a entre 1,50 y 1,80 hacia los dos lados. Como el entorno del río es una zona verde, el proyecto prevé que el montículo esté provisto de un revestimiento de vegetación y hierbas aromáticas, especialmente en la zona de los edificios.

La infraestructura se construirá en el margen norte del río, donde está la urbanización. Si hay desbordamientos se producirán hacia el sur, que es espacio rural. El proyecto incluye un carril ciclopeatonal de tres metros y medio, mobiliario urbano y dos especies de placetas, que harán las veces de mirador hacia el río. El proyecto también incluye la eliminación de las especies vegetales invasoras que hay en los márgenes del río, especialmente las cañas.

La idea es huir el máximo posible de la rigidez del hormigón y que el dique no solo evite las avenidas del río, sino que también se transforme en una zona de esparcimiento más del municipio.

El proyecto será remitido ahora a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), una entidad dependiente del Ministerio de Medio Ambiente. El problema es que llegó ayer al consistorio, a dos días de las elecciones generales, así que habrá que estar a expensas de lo que ocurra y de ver quién ocupa la Comisaría de Aguas más allá de la investidura. El actual Gobierno local de Tavernes siempre ha defendido que existe buen entendimiento con los actuales gestores del organismo de cuencas, no ocurría lo mismo cuando este se encontraba en manos del PP. Los dirigentes de ese partido llegaron a amenazar al ayuntamiento con sancionarle si no cumplía la sentencia del Supremo que obliga a derribar los edificios de la urbanización del Vergeret.

El concejal de Urbanismo, Josep Llàcer, se mostraba ayer «contento» porque, como recordaba, «he estado apretando mucho estos meses al contratista, el despacho de arquitectos que ha elaborado el proyecto, para que lo terminaran cuanto antes. Ahora ya podemos avanzar en la tramitación», indicaba.

Un muro polémico

Cabe recordar que de este muro se empezó a hablar en la pasada legislatura. El proyecto provocó la ruptura entre el PSPV y Compromís en el Gobierno local vallero cuando faltaban pocos meses para las elecciones. Los socialistas acusaban a sus socios de no querer construirlo.

Es cierto que el río Vaca suele ir seco. Sin embargo, en los últimos seis meses se han producido dos episodios fuertes de lluvias que han hecho que todos los ojos estuvieran puestos en su cauce. En el de noviembre se llegó a desbordar. Fue a las cinco de la madrugada tras horas de intensa lluvia tanto en Tavernes como en otras localidades. El pasado fin de semana no se llegó a salir, pero tras mucho tiempo lloviendo, el agua volvió a llenar el cauce hasta prácticamente el límite.

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