¿Cómo empezó este idilio entre Ayora y los biorresiduos?

Se empezó como un reto de reducir la cantidad de residuos en el municipio. La intención era concienciar a la ciudadanía sobre el cumplimiento de las directrices europeas en materia de gestión sostenible, y para ello realizamos unos talleres de compostaje llevados a cabo por el técnico Mikel Vela, quien ha hecho una labor extraordinaria a lo largo de estos años.

¿Cómo fue la respuesta de la gente?

Fue muy buena, por lo que planteamos la realización de un proyecto piloto en el barrio de Chichiles, con la participación de 290 familias. A partir de ese momento se comenzó con la recogida puerta a puerta, y el resultado final ha sido la implicación de todos los vecinos y el aumento de aquellos que quieren seguir con esa práctica. Ahora la intención es ampliarlo a todo el municipio antes de que acabe el 2019, para que la gente pueda tratar sus propios residuos como compostaje doméstico.

¿Solo se trabaja con los biorresiduos?

Nuestra intención es que en 2020 se implante la recogida puerta a puerta de otras fracciones como el vidrio, el plástico o el papel y cartón con el objetivo de acercarnos al residuo mínimo generado. En nuestro Consorcio no tenemos una planta propia por el momento, lo que supone un coste que se podría reducir notablemente si minimizáramos ese transporte de residuos a otras plantas.

La primera planta de biorresiduos se va a construir en Ayora. ¿Están satisfechos?

Estamos contentos de ser el municipio pionero en el tratamiento de biorresiduos a media escala. Se trata de una apuesta muy decidida por parte de la gerencia y la presidencia y de un acuerdo de la junta de gobierno y la asamblea. Por una vez podemos ser los primeros en algo tan importante como el reto ecológico de la economía circular. Queremos agradecer a todos los agentes del Consorcio que lo hayan hecho posible.

Toda una reivindicación de una comarca que reúne muchos pequeños municipios?

Desde Cofrentes hasta Ayora ha habido una implicación clara de todos los ayuntamientos de la comarca para esa recogida selectiva, que esperemos que llegue hasta el 60%. Todo se va a quedar en la comarca, y nos vamos a beneficiar de esa transformación en compost que van a disfrutar nuestros vecinos y nuestros agricultores. Vamos a ser un ejemplo de la economía circular.