Los vecinos y las vecinas de la comarca de la Safor han dejado fuera de los ayuntamientos a Vox. El partido de extrema derecha no logró el pasado domingo los votos suficientes para poder acceder a las instituciones locales. Tras la sorpresa que supuso su fuerte entrada en las elecciones andaluzas hace unos meses, donde han sido clave para el cambio de gobierno, la irrupción con fuerza en el Congreso y en las Corts y tras lograr una posición decisiva en ayuntamientos y comunidades españolas importantes como Madrid, se esperaba que el patrón se repitiera en la Safor y los candidatos que concurrían por Gandia y Oliva tendrían presencia en el pleno. Finalmente no ha sido así. En ninguna de las dos ciudades en las que se presentaba Vox, sus candidatos han tenido el mismo tirón que sus homólgos nacionales o autonómicos. Solo hay que comparar las cifras de unos y otros comicios.
El candidato de Gandia, Pedro Abad, consiguió un total de 1.465 apoyos, que supusieron un porcentaje del 4,43%, eso sí, a algo más de medio punto del 5%, el umbral necesario para poder tener acceso al ayuntamiento. Es el peor dato conseguido por el partido de extrema derecha en la ciudad de todas las elecciones que se han celebrado en el último mes. En las generales del 28 de abril, Santiago Abascal recibió un total de 4.255 votos en la capital de la comarca de la Safor, lo que significa una pérdida de apoyos del 65,5%. Esa cantidad transpolada a los comicios locales le habría dado a Vox dos concejales.
En las autonómicas el apoyo fue ligeramente inferior. Aun así, superó ampliamente la candidatura al Ayuntamiento de Gandia, con más de 3.600 votos. Incluso en la convocatoria europea Vox recibió más votos que la candidatura de la capital de la comarca de la Safor, con un total de 2.210.
Resulta evidente que la exposición mediática de los líderes nacionales de la formación, especialmente de Santiago Abascal, tuvo su efecto en una gran parte del electorado de Gandia, con un resultado que no supo rentabilizar la marca a nivel local. Los miembros de la candidatura se reunieron con distintos colectivos sociales de la ciudad pero no fueron capaces de hilvanar unas propuestas concretas y visibles para la ciudad más allá de cuestiones genéricas del partido.
En Oliva, Vox, cuyo candidato a la alcaldía era Juan Company, aún recibió menos apoyo, con algo más del 3% y un total de 446 votos. La cifra contrasta con el resultado obtenido en las elecciones generales en esta ciudad, donde se lograron casi 1.400 votos, mientras que en las autonómicas se acercaron a los 1.200.
En la Safor, Vox logró un total de 9.920 votos en las elecciones generales, que son, sin duda, en las que más vecinas y vecinos han dado su apoyo al partido de extrema derecha. Lo que resulta lógico es que la marca que lidera Santiago Abascal no ha sido suficiente para conseguir representación en los ayuntamientos.
Además de Gandia y Oliva, Vox también realizó movimientos para concurrir a las elecciones en Tavernes de la Valldigna, incluso llegó a salir el nombre de algún candidato, aunque finalmente el proyecto no pudo salir adelante.
Tanto desde el colectivo de Gandia como el de Oliva han lanzado mensajes a través de sus perfiles en redes sociales asegurando que «seguiremos trabajando, alzando la voz por nuestra ciudad», como indicaban desde la capital de la comarca. Desde la formación en Oliva señalaban que «no bajaremos la guardia y trabajaremos muy duro por la libertad del ciudadano».
