La sala de lo social del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) ha confirmado el derecho de una mujer a cobrar de la Seguridad Social una pensión de incapacidad por padecer fibromialgia.
La denunciante, defendida por el despacho MH Abogados de Gandia, y más concretamente por el letrado Miguel Habichayn, solicitó al Instituto Nacional de la Seguridad Social la incapacidad permanente debido a su dolencia y, por tanto, percibir una pensión que ascendía a 679 euros. El organismo rechazó la petición bajo el argumento de que «la actora no se encontraba afecta de incapacidad permanente por no alcanzar las lesiones que padece un grado suficiente de disminución de su capacidad laboral». Lo que venía a decir el sistema dependiente del Estado era que los dolores que sentía la mujer no eran suficientes para declarar su incapacidad.
Ante este posicionamiento, la mujer interpuso una demanda. En una primera instancia, la justicia le dio la razón bajo el pretexto de que el principal síntoma de la fibromialgia «es el dolor del músculo esquelético difuso crónico».
Pero el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) no estaba de acuerdo con esa resolución y presentó un recurso. Los abogados del organismo, al contrario del criterio de los jueces, insisten en su escrito que «las dolencias de la actora no le inhabilitan para las fundamentales tareas de su profesión habitual».
Pero los magistrados del TSJC no opinan lo mismo y aclaran de forma tajante que «el motivo no debe prosperar» al considerar que «las dolencias allí expuestas, dada su entidad y alcance funcional, inhabilitan a aquella trabajadora para realizar las tareas fundamentales de su profesión habitual de limpiadora». La sentencia prosigue señalando que el trabajo de limpiadora que lleva a cabo la denunciante «presenta exigencias o requerimientos incompatibles con dichas limitaciones».
La sentencia no es firme, ya que la resolución judicial da diez días al INSS para presentar un recurso de Casación.
Esta sentencia permitirá a otras muchas personas poder argumentar lo que la sentencia declara como probado con respecto a esta enfermedad y les abre una puerta a la esperanza después de que durante décadas los afectados hayan estado reclamando situaciones como la que ha vivido esta mujer.
La afectaba presentaba síndrome fibromiálgico, artrosis en manos, anomalía lumbosacra, cervicoartrosis, osteosporosis densitométrica leve, dolor en columna cervical y lumbar que irradia a miembros inferiores y dolor en hombros, entre otras muchas dolencias y sintomatologías que puede llegar a sufrir quien padece fibromialgia.
