Si alguien pensaba que los jóvenes no le daban importancia a la agricultura y que esta falta de interés iba a acabar con ella, estaba equivocado. Algunos, no solo demuestran que para ellos sigue teniendo potencial, sino que, además, tienen las ideas para su transformación y supervivencia en el futuro. En las manos y especialmente en la cabeza de los actuales estudiantes están los mecanismos para modernizar el trabajo en el campo y sacarle mucha más viabilidad.
Un equipo de estudiantes del grado de Tecnologías Interactivas del Campus de Gandia de la Universitat Politècnica de València ha elaborado, como proyecto del curso, una aplicación para móviles y una página web que permite monitorizar en tiempo real el estado en que se encuentra la tierra. Es una red de sensores instalada en la parcela agraria la que se encarga de enviar los datos a las herramientas informáticas.
Este sistema permite consultar la temperatura, humedad y salinidad del terreno, fijar alarmas y recibir notificaciones. Con esta información, el agricultor puede tomar decisiones dirigidas a optimizar al máximo los recursos que utiliza para trabajar su parcela. «Si la tierra está a un 40% de humedad, no voy a gastar agua para regar. Si la salinidad es suficiente y tiene los nutrientes necesarios, no voy a abrir el abono», explica Raúl Santos, uno de los miembros del equipo que ha elaborado el trabajo, formado por seis personas.
Durante el primer cuatrimestre del presente curso, el trabajo consistió en la instalación de los sensores y todo el sistema electrónico en la parcela. En la segunda parte del año se han dedicado a desarrollar la aplicación. «Con esa tecnología, desde cualquier parte en la que nos encontremos podemos tener controlada nuestra parcela», explica el joven estudiante.
Para poder desarrollar este proyecto, lo primero era conocer bien los conceptos agrícolas. Así que Santos tuvo que formarse de manera autodidacta. «El tema de la tierra siempre me ha llamado la atención, así que lo estudié por mi cuenta. Además, yo escuchaba a mi padre decir en casa que no vendía la naranja».
Eso fue precisamente lo que le dio la idea para poner en marcha este proyecto. El joven estudiante del Campus de Gandia ya piensa en convertir su proyecto académico en una empresa que pueda comercializar el producto para ayudar a los agricultores a mejorar no solo la rentabilidad de sus campos sino también «a aumentar la calidad de sus productos», indicaba.
No en vano, explicaba que antes de empezar sus estudios en la sede del Grau «estaba emprendiendo». Era, explica, «un proyecto similar pero dedicado al ganado porcino». En el caso del sistema de control de parcelas agrícolas explica que el propietario pagaría una cuota fija mensual a la empresa instaladora, que se encargaría además de su mantenimiento. «Si, por ejemplo, se estropea un sensor, los técnicos de la empresa acuden a la parcela y lo arreglan. El agricultor no debe preocuparse de nada respecto al funcionamiento del sistema».
Salva Rodrigo, gerente de Locatec, empresa de Gandia que desarrolla aplicaciones informáticas para el sector agrario, fue uno de los expertos que evaluó el trabajo. Rodrigo considera «muy positivo» que el Grado de Tecnologías Interactivas trabaje en el desarrollo de estas aplicaciones. «Es un sector con muchas necesidades pero, al mismo tiempo, muy tradicional. Es muy bueno poder contar con gente formada en Gandia, se gana en confianza con los agricultores».
