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Déficit

Los ayuntamientos recortan su deuda bancaria más de la mitad y 12 la dejan a cero

Sin contar Gandia, los municipios de la Safor debían 39,9 millones de euros en 2015, una cifra reducida a 17,2 al cierre del ejercicio de 2018

El esfuerzo de los ayuntamientos por sanear las cuentas, dejando atrás los vicios del pasado, se ha traducido en un gigantesco descenso de la deuda bancaria durante los últimos cuatro años en la Safor. Seguramente una de las expresiones más utilizadas por los gestores de la comarca durante la recién acabada legislatura ha sido «sentido común». Eso es lo que han aplicado a la hora de gestionar los recursos económicos de todas las vecinas y todos los vecinos de sus localidades.

Dejando de lado Gandia, que sigue siendo un caso aparte por la singularidad de su situación y porque su deuda es diez veces superior a la del conjunto de la comarca, en el resto de municipios se han reducido los números rojos en 22,6 millones de euros, un 57%, entre 2015 y finales del año 2018, que son las cifras que ofrece el Ministerio de Hacienda en estos momentos.

Hace cuatro años, y tras una legislatura en que los gobiernos ya se aplicaron a fondo para reducir su deuda, los consistorios de la Safor tenían obligaciones con los bancos por un valor cercano a los 40 millones de euros. Al cierre del pasado año, esa cifra descendía hasta los 17,2 millones de euros.

Es más, los ayuntamientos se han aplicado mucho más en la legislatura 2015-2019 que en la anterior y el descenso ha sido mucho más abultado que en la anterior.

En el año 2011 los municipios de la comarca debían a los bancos más de 47 millones de euros. Ese endeudamiento bajó hasta los 40 del 2015, es decir, algo más de siete millones de diferencia. Durante la pasada legislatura, muchos han cancelado los préstamos que el Gobierno central les hizo en el marco del Plan de Ajuste y eso ha ayudado a reducir esa losa económica. Y eso que, en muchos casos, los municipios recaudan menos que años atrás por las bajadas de los tipos impositivos del IBI.

Estas magnitudes demuestran que la prioridad de los Ejecutivos locales ha cambiado y que sanear las cuentas fue casi una obsesión. También es cierto que durante seis años, de 2011 a 2017, las inversiones con fondos municipales fueron casi inexistentes. En los últimos dos ejercicios se ha notado un mayor impulso inversor en diferentes proyectos.

Otro dato destacado es el del número de municipios que ya están en deuda cero, lo que les permite tener las manos más libres para poder acometer proyectos importantes para la localidad. Al cierre del pasado año, un total de 12 ayuntamientos estaban completamente saneados. De estos, seis han podido cancelar completamente su deuda a lo largo del último mandato. Son Almoines, que ha pagado 560.000 euros a los bancos, Beniarjó, que empezaba con 470.000 euros en obligaciones pendientes con los bancos, la Font d'en Carròs, que liquidó pronto los más de 590.000 euros que tenía pendientes en 2015, Rafelcofer, que ha podido pagar los 71.000 euros que debía, y Simat de la Valldigna que se ha quitado de encima 25.000 euros.

Mención aparte merece el caso de Oliva. El segundo municipio de la comarca en habitantes ha logrado cancelar el Plan de Ajuste al que estaba sometido pagando una deuda que en 2015 superaba los 6 millones de euros.

Aunque no han logrado liquidar toda la deuda, hay municipios que sí que han conseguido darle un buen bocado. Es el caso de Tavernes de la Valldigna, que en cuatro años ha pasado e 12,6 millones a 8,1 a finales del 2018, una cantidad que se ha reducido hasta los 5 a principios de este mismo año. El Real de Gandia ha pasado de 1,3 millones de euros a 530.000. Daimús, que reduce su deuda de un millón a 443.000 euros. Potries se queda a las puertas de lograr la deuda cero al pasar de 540.000 euros a 90.000, mientras que l'Alqueria de la Comtessa debe 360.000 euros a los bancos cuando en 2015 adeudaba más de un millón.

Doce pueblos superan la media

Ròtova se mantiene como el municipio con más deuda por habitante, según los datos que ofrece el Ministerio de Hacienda. Por cada vecino, el ayuntamiento debe mil euros. Le sigue Xeresa, con 529 euros por habitante, y Ador, con 459.

Si se computara la deuda de todos los municipios de la comarca, cada vecino debe 178 euros. Nada que ver si se incluye Gandia en el dato, porque en esta ciudad cada empadronado está endeudado con casi 3.500 euros.

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