Dos meses después del pleno de constitución de los ayuntamientos surgidos de las elecciones de mayo, en Piles dos de los once concejales ya han presentado su dimisión. El motivo no es otro que la polémica y el enrarecimiento de las relaciones entre los partidos que ha generado el tema del sueldo que debe percibir el alcalde, en este caso David Morant, de Independents per Piles.
Morant solicitaba percibir primero 37.145 euros al año, y después rebajó esa cantidad a 32.000, pero los grupos de la oposición, PSPV-PSOE, Compromís y PP, que suman mayoría, han impuesto un máximo de 24.000 euros.
Justo Pons, concejal de Independents per Piles, anunció la semana pasada que en ese ambiente no quería seguir siendo concejal y presentó su dimisión. Su lugar lo ocupará Consuelo Estruch, número seis en la lista de la formación.
Pero la polémica ya roza la crisis institucional cuando, ayer, Federico Bañuls, portavoz de Compromís, que tiene dos concejales en la corporación, también anunciaba que deja el consistorio. El motivo en este caso es que él había aceptado, con algunas condiciones, ser el responsable municipal de Deportes, asumiendo así el decreto que el alcalde firmó la semana pasada, cuando entregó competencias a todos los representantes municipales.
Pero he aquí que, como partido asambleario que es, Bañuls llevó la cuestión a debate entre los militantes de Compromís, y el pasado domingo esa asamblea votó justo lo contrario, negándose a que se aceptara el cargo de concejal de Deportes.
Federico Bañuls se ha sentido desautorizado, ha considerado que es no es forma de iniciar una legislatura y de generar un ambiente político de normalidad en el ayuntamiento y ha optado por la dimisión, de manera que, en este momento, Piles tiene nueve concejales en activo.
El PP dice no y el PSOE medita
Quien sí ha contestado al envite del alcalde, que entregó delegaciones a todos los concejales por decreto y sin negociación previa, es el PP. El representante de esta formación, Antonio Ramiro, señaló ayer a este periódico que, aun mostrándose dispuesto a negociar, le comunica al alcalde que no acepta la delegación y, por lo tanto, sigue en la oposición.
No sabe todavía qué van a hacer los tres concejales del PSOE, que están estudiando la respuesta al alcalde en medio, como es evidente, de un clima de tensión política como no se había vivido en Piles desde hace años.
Como publicó el pasado sábado este periódico, en otros municipios el sueldo del alcalde también ha resultado polémico cuando la oposición mayoritaria no acepta la cuantía a percibir por la primera autoridad local. Ocurrió en Villalonga, Palma de Gandia, Beniflà y Beniarjó, pero en ningún caso la situación ha derivado, al menos de momento, en una situación de crisis institucional como la de Piles.0
