Que el mar se trague la playa de la Goleta de Tavernes de la Valldigna ya no es noticia. Pero que lo haga en agosto, en plena ebullición de la temporada turística y cuando más usuarios recibe, causa, como mínimo, irritación entre los bañistas y la administración local, que se ve incapaz de poder hacer algo. El temporal de mar con fuerte viento del pasado mares, que afectó al municipio aunque sin causar mayores problemas, provocó la desaparición del ya de por si poco espacio que tienen los bañistas para tomar el sol en la arena de la playa de la Goleta. Como es habitual, las olas golpeaban en las viviendas.
En realidad, el temporal no ha sido más que la gota que ha colmado el vaso en este punto del litoral vallero, ya que hace varias semanas que los veraneantes vienen denunciando una situación que, aunque no es nueva, sorprende que tenga lugar en verano.
Cada año, Costas suele realizar vertidos de arena procedentes de otros puntos para que la playa esté presentable durante estos meses, pero este verano no ha podido ni acabar la temporada. Lo cierto es que la zona de la Goleta no ha llegado a recuperarse del todo del temporal de enero del 2017, que se llevó por delante todo el cordón dunar y dejó muy mermada de arena aquella zona.
El alcalde vallero, Sergi Gonzñalez, considera que la situación ya es «insostenible». Por ello, ayer mismo se puso en contacto con el responsable de Costas, Antoni Cejalvo, para exigirle «una solución puntual al problema que tenemos ahora mismo y una definitiva». González ha concretado una cita con Cejalvo para la segunda semana de septiembre, a la que acudirá con un técnico.
Costas, entidad dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, no se ha planteado en serio una solución definitiva para acabar con el problema de regresión en Tavernes pero sí que va a invertir 14 millones de euros para acabar con el problema en Dénia.
