Alguien se ha acabado tomando la justicia por su mano. Cuatro días han durado, íntegras, las señales que prohíben la circulación de vehículos de motor por la carretera Nazaret-Oliva a su paso por el término municipal de Tavernes de la Valldigna, que allí es conocida como Camí Reial.
El mismo lunes, cuando este periódico recababa la información para su publicación en la edición de ayer, ya se tenía conocimiento de la desaparición de una de las señales, concretamente la que se encontraba instalada en la rotonda que, desde la carretera de la playa que une el pueblo con la playa, da acceso a este vial en dirección a Xeraco y Gandia. Pues ayer mismo desaparecía un segundo indicativo, en este caso el que se encontraba ubicado en el linde entre los términos de Tavernes y Xeraco, junto al canal que separa ambas localidades.
En cambio, toda la señalización se mantenía intacta en el tramo entre Xeraco y Gandia. Esto hace entender que la desaparición de las dos señales en Tavernes no tiene nada que ver con una rectificación por parte de la Conselleria de Agricultura y Medio Ambiente, sino que alguien se ha tomado la libertad de «abrir» el camino para el paso de cualquier vehículo. De hecho, eran perfectamente visibles los agujeros que se habían cavado para instalar los mástiles que sujetan las señales y carteles.
Cabe decir, además, que, bien sea por hacer caso omiso de forma intencionada o por la indefinición que supone el «excepto vehículos autorizados» que reza un cartel bajo la señal de prohibido el paso, pero lo cierto es que los vehículos siguen transitando de forma normal por estos viales, como pudo comprobar ayer este periódico.
Y es que el Camí Reial no es un vial cualquiera para los vecinos de la comarca de la Safor. Son muchos los que lo utilizan para desplazarse entre Tavernes, Xeraco y Gandia, ya que, especialmente si se quiere transitar por el litoral, se reduce el tiempo de conducción. Pero quienes más preocupados están y menos entienden la decisión de la Dirección General de Carreteras de catalogarla como vía pecuaria y de la Conselleria de Agricultura de prohibir el tránsito de vehículos son los propietarios de las tierras agrícolas que se encuentran a lo largo de ese vial, que se cuentan por centenares y a quienes les invade la duda de si podrán o no tener acceso a sus parcelas.
Insistencia de la Guardia Civil
Guardia CivilEl concejal de Urbanismo de Tavernes, Josep Llàcer, por fin pudo contactar ayer con representantes de la Conselleria de Agricultura y Medio Ambiente. Concretamente, el director territorial de Medio Natural, Javier Civera, le explicó que la Conselleria tenía registrados hasta cinco requerimientos de la Guardia Civil en los que avisaba del «gran peligro» que presenta ese camino y que «es necesario restringir el tránsito porque se producen muchos accidentes», según explicaba el concejal a Levante-EMV.
Los gobiernos de Tavernes y Xeraco claman contra la decisión del Consell y han pedido al departamento que dirige Mireia Mollà una reunión donde estén representadas todas las partes para tratar de aclarar esta cuestión. Llàcer también ha podido saber que la decisión de instalar las señales fue de la Dirección General de Medio Natural.
Como ayer publicó este periódico, al Ayuntamiento de Tavernes han llegado más de un centenar de personas quejándose de lo ocurrido, algunas habían sido multadas por la Guardia Civil el primer día de la prohibición.
Según la ley de vías pecuarias, estos viales solo están destinados al paso de ganado, casi inexistente ya en la zona. Además, fija toda una serie de usos exclusivamente agrícolas y medioambientales. Los únicos vehículos que están permitidos son los agrícolas. La norma asegura también que «con carácter excepcional, podrá autorizarse el tránsito de vehículos motorizados», pero no especifica cuáles son esas excepciones. Esa es la cuestión que tratan de dirimir los ayuntamientos.
