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Medio Ambiente

Cómo emplearán los árboles quemados en Gandia para luchar contra el cambio climático

Una empresa de Moixent convertirá en astillas la madera sacada de la zona forestal de Marxuquera para aprovecharla como combustible - El ayuntamiento usará los 21.000 euros de la venta para una segunda campaña de concienciación ambiental

Cómo emplearán los árboles quemados en Gandia para luchar contra el cambio climático

Una buena parte de la madera de miles de árboles quemados en el incendio que, en agosto de 2018, arrasó la zona de Marxuquera, en Gandia, será reciclada para usarse como sustituta de combustibles fósiles, de manera que contribuirá, siquiera en una pequeña parte, a evitar la emisión de gases que generan el calentamiento del planeta y su consiguiente cambio climático.

El Ayuntamiento de Gandia subastó la madera extraída de las zonas de monte público quemadas situadas en las inmediaciones de carreteras y pistas forestales. El concurso lo ganó la empresa Valenciana Forestal, de Moixent, que pagará 21,77 euros por cada tonelada de material.

Pablo Talens, gerente de la empresa, explicó ayer a este periódico que su función ahora consiste en triturar in situ esos troncos de árboles, la inmensa mayoría pinos, para convertirlos en astillas que transportarán en grandes camiones. Su destino es, a su vez, otras empresas de distintos sectores que, en sus procesos de producción, requieren el uso de calderas. Se trata, entre otras, de fábricas de plástico, textiles, papeleras o destilerías. Las astillas de madera quemada sustituirán el uso de otros combustibles fósiles, como gasóleo o carbón, de manera que se reduce la emisión de gas CO2 a la atmósfera.

El gerente de Valenciana Forestal estima que de la zona de Marxuquera se podrán obtener alrededor de mil toneladas de madera quemada y que, en parte, se han aventurado a realizar este proceso porque existen subvenciones públicas. El aprovechamiento de los árboles quemados, que de no retirarse se degradarían en el monte, está considerada una acción de gestión forestal sostenible, de ahí las ayudas que reciben estas empresas. Sin las subvenciones de la Administración difícilmente nadie se haría cargo de la retirada y reciclaje de ese material combustible porque, como señala Pablo Talens, en estos momentos se paga por la madera quemada prácticamente lo mismo que hace cincuenta años, cantidades que no puede aportar beneficios.

Desde que hace meses el Ayuntamiento de Gandia inició el proceso para cortar y retirar miles de árboles quemados en la zona de monte público, la madera se ha ido acumulando en la cantera abandonada que se encuentra junto a la carretera que comunica esta ciudad con Barx, entre las urbanizaciones de Xauxa y Montepino.

Iniciativa Marxuquera Verda 2

Aunque nada va a borrar la enorme catástrofe ecológica que causó aquel devastador incendio iniciado en Llutxent, que se fue extendiendo por más de tres mil hectáreas de los términos de Pinet, Ador, Barx y Gandia, este aprovechamiento de los árboles quemados tendrá un segundo aspecto ambiental positivo.

Según señaló ayer la concejala de Gestión del Territorio, Alícia Izquierdo, el Gobierno de Gandia se ha comprometido a invertir en esa misma zona de Marxuquera y del Parque Natural Municipal de Parpalló-Borrell todo el dinero que recaude de la venta de la madera quemada. Si los cálculos de la empresa Valenciana Forestal aciertan, se trataría de unos 21.000 euros por mil toneladas.

La concejala Izquierdo anunció a este periódico que la idea es poner en marcha una campaña como la exitosa Marxuquera Verda, que meses después del incendio implicó a cientos de personas de Gandia y del resto de la comarca de la Safor en acciones de educación y concienciación ambiental, pero también en la creación de grupos de voluntarios que, sobre el terreno, realizaron labores dirigidas a facilitar la regeneración natural del espacio verde que ardió y que se va recuperando, aunque pasarán años para volver al aspecto que tuvo.

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