No existe ningún riesgo, ni ambiental, ni de afección al territorio o a las actividades pesquera y turística, en la retirada de 45.000 metros cúbicos de arena que el Ministerio de Transición Ecológica está tomando de las playas de Gandia y Xeraco para depositarla en la Goleta de Tavernes y en la del Brosquil, en Cullera.
Un informe de ese ministerio al que ha tenido acceso este periódico señala que, pese a ser una zona protegida, en la playa de l'Auir, y en esta época del año, no se corre ningún riesgo retirando la arena. Y añade, ante quienes temen lo contrario, que la dinámica marina hará que «en dos semanas» prácticamente ni se note la extracción de áridos que se está realizando y que seguirá, como máximo, hasta el 31 de enero.
Según ese informe, entre Xeraco y Gandia la circulación natural de sedimentos ha permitido acrecentar ese tramo de playa con el aporte de unos 275.000 metros cúbicos de arena en los últimos diez años, muchísimo menos de lo que ahora se está sacando para poder actuar en las de la Goleta y del Brosquil, que desde hace años están gravemente afectadas por la regresión de la costa, hasta el punto de poner en peligro los edificios que lindan con la playa.
De hecho, la otra cara de la moneda de esta obra que ejecuta la Demarcación de Costas de València queda a la vista en Tavernes de la Valldigna. Cuando aún queda mucho trabajo por hacer y mucha arena por trasladar, los camiones y las excavadoras ya han podido ganar más de veinte metros al mar, si bien lo importante ahora es tratar de consolidar esos sedimentos porque, como se ha visto en muchísimas otras ocasiones, al primer temporal de levante o del noreste la arena vuelve a ser engullida mar adentro.
Frente a quienes critican este trasvase de arena, e incluso ponen en duda su legalidad, el Ministerio de Transición Ecológica cierra toda polémica. Se trata de una obra que se ejecuta en todos los niveles dentro del dominio público, competencia de ese ministerio, y ni siquiera se requieren permisos, ni de la Generalitat ni de los ayuntamientos afectados. Costas señala que los 45.000 metros cúbicos de arena que se trasvasan son «una mínima parte» de la que se deposita en los lugares de extracción y que fue en 2009 cuando se llevó a cabo el último traslado masivo de sedimentos desde Gandia hacia otras playas.
El estudio previo realizado por Costas reconoce que Brosquil de Cullera, Goleta de Tavernes y Piles seguirán perdiendo una arena que, por contra, se va depositando en Xeraco y en Gandia.
