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Balance

El temporal "normaliza" para 2019 la pluviometría anual en toda la Safor

El macizo del Mondúver, con 401 litros en Barx, vuelve a situarse en el epicentro de la precipitación - La recarga de acuíferos garantiza el abastecimiento urbano y agrícola durante más de un año

Campos de naranjos en el término municipal de Almoines, completamente inundados debido a las insistentes lluvias, en una imagen de ayer. ximo ferri

Hasta el domingo pasado se auguraba que la Safor cerraría el año 2019 con un ligero déficit pluviométrico respecto a la media de los últimos años. Pero ayer, con la acumulación de lluvia dejada por este temporal, todo ha cambiado. De norte a sur y de este a oeste, la comarca, y también las zonas limítrofes que drenan hacia ríos y barrancos que atraviesan la Safor, despedirá 2019 con niveles hídricos que serán normales o, en algunos puntos, incluso por encima de la media.

Como en tantas otras de temporal de levante y del noreste, el macizo montañoso del Mondúver volvió a convertirse en el epicentro de las precipitaciones. Así, en la Drova de Barx se han medido, hasta ayer, 401 litros por metro cuadrado. En Villalonga, otro punto donde la lluvia es muy intensa cuando el viento entra de noreste, se han recogido 272 litros desde el lunes, y en Tavernes de la Valldigna, al otro extremo de la Safor, la cifra rozó los 247 litros. En Gandia los pluviómetros de los colegios de l'Escola Pia y de Roís de Corella acumularon, respectivamente, 226 y 253 litros. Oliva, por su parte, se quedó con 164 litros, aunque en zonas cercanas al término de Pego la lluvia fue mucho más copiosa.

Esos registros, propios de un episodio de 'gota fría', que ahora ha pasado a llamarse DANA, permiten cerrar este 2019 con un nivel «normal» de pluviometría. Así, en la Drova ya han caído 1.323 litros, en Villalonga 894, en Tavernes de la Valldigna 656 y en la ciudad de Gandia más de setecientos litros. Oliva, algo por debajo, alcanza los 680.

Pero es en la Llacuna de Villalonga donde, salvo novedades en los 25 días que faltan hasta 2020, se ha producido la acumulación anual más importante. Eso se debe a este episodio de lluvia, con 340 litros, y al que, el pasado mes de abril, dejó más de quinientos litros. Sumando los dos temporales, en apenas diez días cayeron alrededor de novecientos litros por metro cuadrado.

De esta lluvia otoñal destacar también la recarga de acuíferos. Ha llovido mucho en la costa y en las montañas, e incluso en zonas del interior, como Pinet o la cuenca alta y media del Serpis, lo que garantiza el aporte de agua para el suministro humano y para el riego agrícola, sin ningún problema, durante más de un año.

Además, salvo los problemas puntuales en carreteras que se inundan con facilidad, no hay que lamentar incidentes graves. Si acaso, el hombre que tuvo que salir de su coche, inundado en el badén de la carretera de Bellreguard a la playa, o los considerables atascos en muchas carreteras cuando la lluvia era torrencial.

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