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Oliva, primer municipio de la Safor en prohibir gasolineras en áreas residenciales

El pleno celebrado anoche aprobó el fin de un trámite que se ha venido gestionando durante cerca de dos años - Desde ahora las estaciones de combustible deberán guardar al menos 100 metros de las casas o los solares para edificar viviendas

Oliva, primer municipio de la Safor en prohibir gasolineras en áreas residenciales

La ciudad de Oliva se ha convertido en la primera de la Safor, y sin duda entre las primeras de la Comunitat Valenciana, que ha completado el proceso para, desde ahora, prohibir la instalación de gasolineras en las áreas residenciales o junto a colegios, residencias, centros de salud y otros lugares sensibles. El pleno corporativo celebrado anoche aprobó definitivamente una modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que se ha venido gestionando desde hace cerca de dos años.

A partir de este momento, las empresas que pidan licencia para poner una gasolinera en Oliva deberán tener en cuenta que su ubicación deberá guardar, al menos, cien metros de las viviendas construidas o del suelo catalogado como urbanizable residencial.

Así, en la ciudad de Oliva solo se quedarán las dos actuales gasolineras dentro del casco urbano, situadas junto a la travesía de la N-332, justo a las entradas norte y sur de la ciudad. Esos dos establecimientos podrán mantener su actividad, dado que el cambio en el PGOU no les afecta, si bien tampoco podrán sufrir ampliaciones o cambios significativos. Oliva dispone de otras tres gasolineras, una en suelo industrial y dos en el trazado de la N-332 hacia el Verger y Alicante.

Todo surgió hace cerca dos años, cuando una empresa solicitó instalar una gasolinera en un solar situado junto al colegio Hort de Palau. La reacción de la comunidad escolar, y también de una parte de la sociedad, fue inmediata en el sentido de exigir que no se autorizara esa instalación. En el ayuntamiento esa petición fue recogida por unanimidad y entonces el alcalde, David González, acordó suspender temporalmente el procedimiento e iniciar la modificación del PGOU que acaba de concluir. La medida vino respaldada por todos los partidos.

En todo este proceso administrativo nadie ha presentado alegaciones al cambio en el planeamiento urbanístico. Ni siquiera la empresa que solicitó la licencia paralizada ha decidido oponerse a la medida, si bien es a partir de ahora cuando se tendrá que dirimir qué hace el ayuntamiento con su petición.

Lo más probable, una vez ha entrado en vigor esta modificación del PGOU, es que se deniegue la licencia, pero en el ayuntamiento son conscientes de que, si la empresa insiste en sus intenciones, lo más probable es que alegue que la norma aprobada no se puede aplicar con carácter retroactivo. En ese caso, la licencia de la gasolinera junto al colegio Hort de Palau derivaría en un contencioso entre el ayuntamiento y la empresa peticionaria que podría llegar a los tribunales.

Una excepción singular

Raro es el municipio del tamaño de Oliva o mayor que no tiene gasolineras en el casco urbano residencial. En Gandia, sin ir más lejos, existen numerosas estaciones de carburantes rodeadas de viviendas o de suelo donde se pueden construir edificios residenciales. Entre ellas, la de la entrada del Grau, la de la calle de Sant Rafael, la del antiguo hotel Ernesto o junto al campus de la Universitat Politècnica. En ningún momento el consistorio se ha propuesto limitar esos establecimientos en área residencial.

La modificación del PGOU de Oliva que ha entrado en vigor con la aprobación en el pleno de ayer también plantea la posibilidad de denegar licencias a gasolineras si su actividad causa perjuicios a nivel del tráfico rodado. Este caso sí se ha aplicado en Tavernes de la Valldigna, donde se impidió un establecimiento por este motivo.

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