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Medida

Tavernes trabaja en un proyecto para poner coto al caos de las farolas

El Gobierno local explora la posibilidad de que una empresa invierta un millón de euros a cambio de gestionar el sistema de alumbrado - La instalación de LED permitirá un ahorro del 65%

Otro tipo de luminarias en la parte final del paseo Colon. t. á. c.

Solo hay que pasear por tres o cuatro calles del entorno del paseo Colon de Tavernes de la Valldigna para comprobar la variedad de diseños de farolas públicas que existen en el municipio. Tradicionalmente, cada renovación urbana ha conllevado una sustitución de luminarias que, posteriormente, no se han trasladado al entorno. El resultado es la infinidad de diseños que pueblan el casco urbano, tanto del pueblo como de la playa.

Pero, más allá de la cuestión estética, los problemas del alumbrado público son muchos y vienen de largo. En primer lugar, cada tipo de farola tiene prácticamente una tecnología diferente, lo que causa muchos quebraderos de cabeza a los responsables de mantenimiento municipales. Lo más grave, sin embargo, es que existen puntos, tanto en el pueblo como en la playa en los que directamente las farolas no funcionan y generan mucho malestar entre los vecinos. Especialmente sangrante resulta el tema en la parte norte del municipio con calles que se encuentran prácticamente a oscuras.

Ante esta situación, el Gobierno local trabaja en un proyecto integral para cambiar todas las luminarias del casco urbano. El objetivo, además de mejorar de forma sustancial el funcionamiento del sistema de alumbrado público, es el de ahorrar hasta un 65% del gasto anual en electricidad.

El alcalde, Sergi González, estima que el proyecto precisa una inversión de un millón de euros, que busca, entre otros aspectos, reducir los puntos de control y gestión del sistema y centralizarlo para simplificar su funcionamiento y mejorar el trabajo de los operarios.

El consistorio vallero tiene sobre la mesa dos opciones: La primera es ejecutar el proyecto con fondos propios y la segunda, la preferida por el Ejecutivo, la concesión de un contrato a una empresa que invierta el dinero a cambio de explotar el sistema.

Los operarios de la mercantil se harían cargo de la sustitución del sistema y también de su posterior mantenimiento. El coste anual para el ayuntamiento se mantendrá en los aproximadamente 200.000 euros que actualmente se invierte en electricidad. El ahorro que se produzca con la instalación de las farolas de tecnología LED se convertirá en los ingresos que recibirá la empresa.

No es la primera vez que el gobierno de Tavernes explora esta posibilidad, que ya estuvo sobre la mesa hace un tiempo aunque finalmente no salió adelante. Otras ciudades ya aplican este método de contratación, que externaliza la gestión del sistema de alumbrado público.

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