El Ayuntamiento de Gandia acometerá, antes del verano, labores forestales para habilitar franjas de seguridad en varias urbanizaciones de Marxuquera con el fin de preservar las viviendas en el caso de que se produzcan incendios.
Según señalaron ayer la concejala de Gestión del Territorio, Alícia Izquierdo, y el director general de Medio Natural, Daniel Muñoz, unas ayudas de 27.000 euros llegadas de la Diputació de València permitirán actuar en la franja situada ante las urbanizaciones de Molló 1, 2 y 3, así como en el camino de la Cova Negra-Meravelles. Una parte del dinero se destina a un espacio dentro del Paraje Natural Municipal Parpalló-Borrell donde no hay construcciones.
Estas actuaciones, indicaron Izquierdo y Muñoz, van a ser más habituales a partir de ahora. El ayuntamiento, con dinero público, operará en este caso en parcelas forestales privadas, pero eso se hará con el compromiso de los propietarios para que mantengan limpias de vegetación esas franjas de seguridad que, en caso de incendio, pueden no solo salvar casas, sino también vidas.
Cuando el ayuntamiento proceda a la limpieza, según lo establecido en la ley, los propietarios deberán retirar la maleza y los árboles grandes en trabajos que se desarrollarán cada 3 o 4 años.
Los dos responsables municipales explicaron que corresponde precisamente a los propietarios, y eso es algo que la mayoría desconoce, tener debidamente limpias las zonas situadas entre las grandes masas forestales y las áreas urbanizadas. Esa realidad se incumple habitualmente, no solo en Gandia, sino en la mayoría de las zonas donde bosque mediterráneo y viviendas lindan.
A las zonas señaladas ahora para realizar esas franjas de seguridad seguirá el sector de les Cases de l'Algar, también en la zona de Marxuquera Baixa, pero la pretensión del ayuntamiento es que esa acción se extienda a todos los lugares donde hay peligro.
Paralelamente, se procederá a revisar el Plan de Prevención de Incendios Forestales de Gandia, que se aprobó en 2009 y que estará vigente hasta 2024, para adaptarlo a las muchas circunstancias sobrevenidas a partir del gran incendio forestal de agosto de 2018, cuando, solo en el término de Gandia, ardieron mil hectáreas.
Daniel Muñoz indicó que es necesario revisar no solo la realización de franjas que eviten la propagación del fuego, sino también la adecuación de accesos para los equipos de extinción puedan trabajar en condiciones, o la disposición de balsas de agua para facilitar la carga de los helicópteros que, si llegan en la fase inicial del fuego, pueden controlarlo mucho más rápidamente.
