Poner en marcha el quirófano de un hospital tiene un alto coste económico. El hecho de disponer de una sanidad pública y universal hace que casi nunca la ciudadanía se pare a pensar cuánto hubiera tenido que pagar por una atención médica de cualquier tipo que le sale «gratuita». Hay personas que ya se dedican a eso, a calcular el coste del servicio e intentar poner en marcha medidas que, sin repercutir en la calidad asistencial, logren reducir el gasto para poder repercutir ese dinero en poder mejorar la atención.
Y en ese estudio continuo de pensar y ejecutar mecanismos para lograr la optimización de recursos se llegó a la conclusión de que había algunos tipos de intervenciones quirúrgicas que no precisaban la puesta en marcha de toda la infraestructura que se requiere para llevarlas a cabo en un quirófano y podían trasladarse a los centros de salud con las máximas garantías médicas, lo que al tiempo servía para reducir las listas de espera.
De ese modo, alrededor de 300 personas fueron intervenidas en los centros de salud del Grau de Gandia, Oliva y Tavernes de la Valldigna a lo largo del 2019. Es el resultado del programa de Cirugía Menor implantado por la Conselleria de Sanidad en el Departamento de Salud de Gandia en 2016. Su objetivo es doble: detraer de las listas quirúrgicas aquellas cuestiones de carácter leve y optimizar el consumo de recursos hospitalarios.
Gracias a este plan se ha logrado aligerar el número de personas que esperan para pasar por el quirófano, lo que supone un alivio a las siempre molestas listas.
La Cirugía Menor incluye pequeñas operaciones que se aplican generalmente sobre estructuras superficiales, requieren anestesia local, son de bajo riesgo y ofrecen mínimas complicaciones. Además, son de corta duración, no requieren ingreso y están realizadas por profesionales de medicina general y familiar del departamento que se han ido formando desde que se implantó el sistema.
Pero además de un ahorro de recursos este tipo de operaciones también repercuten de manera muy positiva en el paciente, al que no supone prácticamente ninguna molestia, ya que se genera un espacio seguro y amable lejos de un quirófano que, por su configuración, siempre impone más y genera más temores.
Además, son intervenciones rápidas, que no requieren hospitalización y permiten que el paciente, nada más termine la operación, pueda salir y estar acompañado de sus familiares. En los hospitales, este tipo de operaciones se realizan en las Unidades de Cirugías sin Ingreso (UCSI) pero que conlleva todo un proceso de postoperatorio que el paciente se ahorra en el centro de salud.
El programa permite a los usuarios «una mayor accesibilidad (en cuanto a tiempo de espera y desplazamientos), estar en un clima de mayor confianza y, en definitiva, una mayor satisfacción», como apuntan desde el Departamento de Salud de Gandia.
Profesionales de toda la Safor
En el área sanitaria de la Safor actualmente solo realizan este tipo de intervenciones los centros de salud del Grau, Oliva y Tavernes de la Valldigna, aunque se atienden pacientes de todo el departamento. Durante el 2019, el ambulatorio del distrito marítimo de Gandia llevó a cabo un total de 47 operaciones de este tipo, el de Oliva, el que más, llegó a las 220, mientras que en la capital vallera fueron 47.
El equipo de Oliva lo componen seis facultativos de medicina familiar, cinco profesionales de enfermería y una auxiliar de enfermería. El del centro de salud de Tavernes, dos facultativos de medicina familiar y cuatro profesionales de enfermería. Y el del centro de salud de Grau tres facultativos de medicina familiar y tres profesionales de enfermería. En este también participan profesionales de otros centros, como Villalonga, Benirredrà, Alfauir, Barx, Xeraco, Beniopa, Corea (Gandia), Llocnou, Palma, Miramar, la Font y Ador.
