Renacer de las cenizas forma parte del espíritu fallero, y ayer lo demostraron los miembros de la comisión l'Alquerieta-Museu Faller, en Gandia. El viernes pasado, a última hora, un fatídico incendio calcinó la carroza principal elaborada para la Cabalgata de Disfraces, que se celebra hoy por las principales calles del centro, con todas las comisiones.
Dos miembros de la comisión estaban ultimando la soldadura de la estructura, con la forma de un barco pirata, cuando se escapó una chispa y prendió fuego a todo el artefacto, que estaba revestido de papel de seda. El suceso ocurrió en una carpintería metálica ubicada en la calle Sant Rafael, y hasta el lugar se desplazaron los Bomberos y agentes de la Policía Local, que rápidamente ayudaron a sofocar las llamas en el interior del local. Afortunadamente no se produjeron daños personales, pero dio al traste con la ilusión de los falleros, que este año sí habían apostado por hacer una cabalgata potente, con su gran colofón, que es la carroza a la que van subidas las reinas de la comisión.
La cabalgata la venían trabajando a caballo entre su casal fallero -situado en la calle Verge dels Desemparats, en el que conservan la mayoría de los elementos-, y la citada carpintería metálica, a donde habían trasladado el barco para darle los últimos retoques. La estructura tenía unas dimensiones de 8,5 metros de largo, por 2,90 de ancho y 3,80 de alto, y además estaba iluminada. Había costado un mes de trabajo y muchas horas de todo el colectivo.
El incendio también dañó cuatro elementos separadores, de los que usan las comparsas para contar la historia satírica. Dos de ellos (un gato y un libro) se han echado a perder, y los otros dos los han podido restaurar. Además, desapareció todo el material que tenían para su construcción, como siliconas, pinturas o grapadoras.
La víspera del día de la cabalgata siempre es de mucho trajín en los casales falleros, pero ayer los de l'Alquerieta-Museu Faller se afanaban por dar coherencia a la suya y pensar cómo sustituir la carroza para realzar a sus falleras.
El siniestro también obligó a cancelar la presentación del «llibret» de la falla, que lleva por título «Somnis complits». Estaba previsto realizar el acto ayer en el Museu Faller, pero la comisión presidida por Óscar Bisquert tenía, lógicamente, otras preocupaciones. Ellos se han recuperado en un tiempo récord y las Fallas de Gandia han sido una vez más un ejemplo de solidaridad. El mismo viernes, nada más conocerse el incendio, se desplazaron al lugar el presidente de la FdF, Telmo Gadea, y la Fallera Mayor, Sandra Faus, y se pusieron a disposición de la comisión. «Nos han llamado muchas comisiones para prestarnos adornos, material o incluso mano de obra, pero no nos hacía falta», explica el delegado, Camilo Llorca. Esto es precisamente lo que quieren resaltar en esta pequeña comisión, fundada hace 11 años y con un censo de 260 falleros, entre mayores y niños. «Pon que muchas gracias a todos de nuestra parte», comentan al periodista.
