El Ayuntamiento de Gandia, que previsiblemente aprobará esta misma mañana el presupuesto municipal de 2020, prevé recaudar en este ejercicio, en concepto del Impuesto de Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO) el doble de lo que ingresó en 2019. En concreto, si el año pasado entraron en las arcas municipales 494.000 euros, en este nuevo ejercicio se confía en alcanzar los 971.000.
Este dato llevó ayer al Partido Popular, en boca de Víctor Soler Daniel Martí, a preguntarse si el Gobierno local prevé una «burbuja inmobiliaria», como la que reinó en aquellos años de urbanismo desaforado que depredó centenares de miles de metros cuadrados para nuevas urbanizaciones, solo en la ciudad de Gandia.
Pero el concejal de Hacienda, Salvador Gregori, no tardó en responderle. Según explicó el representante socialista, no se trata de una burbuja inmobiliaria, sino de un proceso que Gandia, y también otras ciudades, viene registrando desde unos años hacia aquí que no es otro que el auge de la rehabilitación de viviendas, a veces de edificios enteros, que ha sustituido la mayor parte de la actividad constructiva. La vivienda nueva sigue prácticamente en dique seco, pero por todos los lugares se pueden ver obras para reconvertir viejos inmuebles en nuevos edificios, atractivos para las familias.
Salvador Gregori también señaló que, en el incremento de la recaudación del ICIO, también ha contribuido en los últimos años la construcción o reforma de hoteles, otro aspecto positivo que evidencia que Gandia genera atracción inversora.
En la misma rueda de prensa, el PP, Soler y Martí advirtieron que el presupuesto de 2020 de Gandia incrementa el número de funcionarios de 511 a 539, lo que dispara el capítulo de gastos de Personal, en parte debido a la gestión de programas de la Generalitat, como el Edificant, aspecto del que ya advirtió el PP en su día.
