La Colonia Ducal, situada en el centro de la primera línea de la playa, está en los orígenes de la marca Gandia como lugar de vacaciones. El complejo fue promovido por Vicente Calderón sobre una parcela de más de sesenta mil metros cuadrados. En ese lugar existen unas 240 viviendas y locales comerciales en edificios singulares de baja altura, así como amplios espacios ajardinados y viales interiores que también fueron motivo de conflicto entre la comunidad de propietarios y el ayuntamiento por la titularidad de los mismos.
Las obras se prolongaron entre 1961 y 1964, cuando el turismo empezaba a ganar fuerza como una industria que marcaría definitivamente a Gandia como un destino de excelencia para el producto de sol y playa.
Con el paso de los años, la Colonia Ducal fue considerada, junto al cercano Hotel Bairén, uno de los puntos neurálgicos de la playa. A su alrededor, en parte alimentado por locales de ocio y establecimientos comerciales, fueron creciendo otros edificios, la mayoría de mucha más altura, hasta convertirla en una especie de isla verde y en un ejemplo de arquitectura que sigue asombrando a muchos urbanistas.
