e n el año 2010 se finalizó la segunda fase de las obras de restauración de la Insigne Colegiata de Gandia, obras que fueron puestas en cuestión por la Parroquia. Que nadie piense que fue el sr. Abad quien se opuso a ellas, pues siempre estuvo a favor de las obras, pero en contra de la empresa ejecutora de las mismas. Y en sus palabras estábamos representados todos los fieles de la Colegiata, tal y como así consta en las actas del Consejo de Pastoral.
Por entonces, el Abad de la Seo recibió críticas, insultos, y se denigró su imagen, sin tener en cuenta que él estaba representando a sus fieles y defendiendo a la Iglesia.
Al final los hechos nos han dado la razón. Desde el año 2011 la Fundación para la Restauración de la Seo -la cual siempre ha estado activa- ha venido denunciando precariedades, goteras, humedades, desprendimientos, filtraciones? vamos una chapuza de obras. Desde entonces las administraciones públicas han mirado a otro lado, como queriendo decir «eso no va con nosotros», o, lo que es peor para ellos, al final el Abad tenía razón. A ello hay que sumarle la crisis económica que padecimos en ese tiempo.
No obstante, la Fundación continuó restaurando en la medida de sus posibilidades. Y, eso sí, poniendo dinero la Colegiata para poder llevarlo a término.
Se hicieron numerosas restauraciones de orfebrería y material mueble, y el gasto de 50.000 euros por parte de la Colegiata -propietaria del edificio- en la reparación constante de las deficiencias de la parte restaurada, y aún continúa la Colegiata en esa línea.
Los desprendimientos cada vez son mayores y se producen de forma más continuada. Los últimos, más destacados, fueron producidos hace dos meses en la puerta de Santa María, y la Fundación decidió manifestarlo públicamente. ¿Hay voluntad o no de restaurar la Colegiata?
Ahora se dice que sí hay voluntad. Pero si a las notas de prensa emitidas a partir de los desprendimientos de los años 2016, 2017 (en dos ocasiones), 2018 (en tres ocasiones), 2019 y 2020 (en cinco ocasiones), se hubiese mostrado interés por parte de todos los patronos de la Fundación -la cual, repito, ha seguido activa durante estos diez años- a lo mejor ya estaríamos con los andamios puestos, y una buena restauración adelantada, pero no ha sido así.
Por eso expectantes estamos, y esperando soluciones; soluciones que, si llegan, agradecerá toda la ciudadanía. Y termino: ¿dónde está el proyector de la puerta de los Apóstoles que costó 25.000 euros a la Fundación y desapareció? Si alguien sabe algo, por favor, que se dirija a la Fundación de la Colegiata. Muchas gracias.
