Los datos que revelan las autoridades sanitarias, cotejados con los que presentan las fuerzas de seguridad, avalan cada vez con más fuerza que, de todos los sectores de la sociedad, son los más jóvenes quienes se están relajando a la hora de aplicar las medidas de seguridad para evitar la propagación del covid-19.
De esa relajación deriva que, en el caso de la ciudad de Gandia, la Policía Local haya impuesto, en la fase de «nueva normalidad», nada menos que 1.039 propuestas de sanción por no llevar la mascarilla. Según datos a los que ha tenido acceso este periódico, la mayoría de esas sanciones corresponden a dos grupos de edad. El primero, los que tienen entre 17 y 25 años, que han sido sancionados por la noche, mientras pasean o en locales de ocio. El segundo son personas de entre 45 y 55 años, y la mayoría de las multas se produjeron entre la tarde y primera hora de la noche.
La estadística referida atiende al periodo comprendido entre el 18 y el 28 de julio, cuando ya se había detectado el rebrote del virus en Gandia surgido de locales de ocio nocturno, lo que llevó a la Generalitat a decretar su cierre a partir de la misma noche del 18. También esa jornada entró en vigor la obligación de llevar mascarilla en espacios y locales públicos, independientemente de si se podía mantener la distancia interpersonal de dos metros.
Fue entonces, también, cuando la Policía Local inició los controles, incluso con patrullas en plena calle, que han derivado en el elevado número de multas que se han impuesto.
Además, en esos mismos días se han levantado actas con propuesta de sanción a 112 locales de hostelería de la ciudad y la playa por haber colocado un número de mesas superior al permitido, a las que se suman otras cuatro por no respetar el aforo.
Esos controles, señalan desde el ayuntamiento, se van a mantener en las próximas jornadas, de manera que se da por seguro que el número de multas, que son de 100 euros por no llevar la mascarilla obligatoria, seguirá incrementándose.
