De playa denostada por muchos, por su cercanía al puerto de Gandia y la desembocadura del río Serpis, a ponerse de moda, especialmente entre la gente joven. El responsable de este cambio es el Venècia Beach Club, el primer chiringuito ubicado en la playa de Venècia, y que está siendo la revolución de este verano.
El chiringuito está en dominio de la Autoridad Portuaria de Valencia, la administración que autorizó su instalación a mediados de junio, con permiso hasta finales de año. Y quien se fijó en este lugar fue Vicent Vidal, uno de los socios de Kampea, una empresa de turismo activo. «Queríamos una instalación para tener una oferta complementaria, buscábamos un punto no sólo para el servicio de hostelería, sino actividades náuticas, de hecho el chiringuito también cuenta con un canal de navegación propio», explica. El «beach club» tiene una animada programación de monólogos (los jueves), conciertos y música a cargo de DJ. Emplea a 13 trabajadores y abre de 9 h a dos de la madrugada, entre semana, y hasta las 3 los fines de semana. Aplican todos los protocolos anticovid, con toma de temperatura y registro voluntario de clientes.
Aunque el ayuntamiento considera a Venècia como una playa más, con sus correspondientes servicios de vigilancia, socorrismo, limpieza y mantenimiento, a nadie se le escapa que más de un verano la ha tenido que cerrar algunos días, por precaución, debido a la contaminación generada por el vertido de agua sin tratar desde la depuradora cercana tras episodios de fuertes lluvias. Tampoco ayudaba la fuga del emisario submarino frente a la costa. No obstante, esta última situación ya se ha superado, ya que estas obras acabaron esta misma semana.
