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Todos los pueblos con playas maltrechas se unen en una plataforma

La iniciativa surgió de un grupo de vecinos para reivindicar la situación de las playas del sur y ha sumado también a Tavernes y Oliva

La playa de la Goleta de Tavernes de la Valldigna, arrasasada tras el temporal que la azotó el pasado domingo. eduardo ripoll

Si es verdad aquella expresión de que la unión hace la fuerza, los municipios de la Safor que comparten el problema de la regresión en sus playas tienen ya una parte del camino recorrido. Si no para que llegue a corto plazo una solución definitiva para su litoral, sí al menos para que les abran las puertas a las que llaman.

De hecho, está previsto que este mismo mes de septiembre los alcaldes de Bellreguard, Miramar, Piles, Guardamar de la Safor, Daimús, Oliva y Tavernes de la Valldigna se encuentren con un representante del Ministerio de Transición Ecológica para tratar de hacerle comprender que las playas de media comarca languidecen si no se actúa de manera rápida y urgente.

Y es que, efectivamente, lo que empezó como un movimiento vecinal se ha convertido en una plataforma que ya aglutina a todos los pueblos afectados por la regresión, un total de siete. A los cinco que iniciaron el movimiento, Miramar, Bellreguard, Guardamar, Piles y Daimús, no tardaron en sumarse las dos ciudades más grandes que también se ven afectadas por la regresión: Oliva y Tavernes. Aunque el nombre oficial del movimiento es «Salvem les platges al sud de Gandia», no todas están en esa situación y ni siquiera el origen del problema se encuentra en el mismo punto. Sin embargo, Tavernes de la Valldigna no puede dejar pasar la oportunidad de sumarse a un movimiento que, independientemente de su localización, busca hacer fuerza para que la Administración central escuche, de una vez por todas, una histórica reivindicación.

El problema no es nuevo y precisamente por eso en las últimas semanas ha aumentado el hartazgo de unos municipios que, con 55.800 habitantes, representan a más del 30% de toda la población de la comarca.

La mayoría de estos municipios han podido comprobar cómo la gran cantidad de arena que se llevó el pasado mes de enero el temporal Gloria no ha sido repuesta, ni siquiera en una pequeña parte. Eso se ha traducido en que al primer temporal de mar de cierta intensidad, la línea de costa ha desaparecido y, en puntos como la Goleta, en Tavernes, o en Bellreguard, ha provocado una situación que ya es crítica.

Origen: Cullera y Gandia

Desde la plataforma recordaban hace unos días, a través de un comunicado, que «varios estudios realizados por el Servicio Cartográfico de Gandia y la Universidad Politécnica de Valencia concluyen que la construcción del espigón del puerto de Gandia, desde sus inicios, ha causado un efecto barrera frenando las corrientes marinas que van de norte a sur, reteniendo y depositando la arena en las playas al norte del espigón». Lo mismo, pero un poco más al norte, ocurre con la ampliación del espigón situado en la desembocadura del río Xúquer, en Cullera, que ha resultado clave para que las playas del Brosquil y de la Goleta de Tavernes sufra erosión desde hace décadas.

A la plataforma no se han sumado ni Gandia ni Xeraco, algo obvio cuando estas playas no están, ni de lejos, afectadas por este fenómenos, sino más bien al contrario, dado que tienen excedentes de arena porque el dique del puerto hace de barrera y evita que las corrientes la arrastren hacia el sur depositándolas en su franja.

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