El COR, Consorcio de Residuos que gestiona las basuras en las comarcas de la Safor (excepto la Valldigna), la Vall d’Albaida, la Costera, la Canal de Navarrés y el Valle de Ayora, ha aprobado un incremento en la tasa que cobra a todos los ayuntamientos por cada tonelada recogida. Así, después de permanecer dos años congelada en 117 euros, a partir del 1 de enero próximo pasa a 122, lo que supone casi un 4,3% más.
Esa subida, obviamente, se tiene que repercutir en los recibos que pagan todos los ciudadanos, que es diferente en cada localidad pero que de media ronda los 70 euros anuales, si bien en esta ocasión el COR ya se ha tomado la molestia de presionar a los alcaldes para que adopten en sus respectivos municipios las nuevas fórmulas de separación, recogida y tratamiento de las basuras porque eso repercute directamente, y de forma positiva, en el bolsillo de los ciudadanos.
En concreto, el COR está trasladando a los consistorios de su zona la necesidad, que además es una obligación de la Unión Europea, de extender ya el quinto contenedor de basura en las calles, de color marrón, para que allí se depositen exclusivamente restos orgánicos que, tras ser recogidos, se pueden tratar para convertirlos en abonos aprovechables en la agricultura y la jardinería.
El beneficio económico, para el bolsillo del conjunto de los ciudadanos, sería evidente. Cada tonelada de rechazo que se deposita actualmente en el contenedor gris y que incluye la materia orgánica y otros elementos no aprovechables, cuesta 122 euros de tratar. Esa misma tonelada de materia orgánica, en el contenedor marrón que se incorporaría, cuesta 88 euros de tratar. Si los ciudadanos cumplen, sus ayuntamientos pagarían mucho menos y, obligatoriamente, tendrían que rebajar el recibo anual que facturan a sus vecinos.
Y hay un segundo apartado que el COR quiere que apliquen todos los ayuntamientos. Se trata de la tarifa especial para grandes productores, algo que, entre otras ciudades, ya aplica Xàtiva o, en la Safor, los pequeños municipios de l’Alqueria de la Comtessa y Palmera.
La tasa de grandes productores se dirige a empresas que generen una media diaria superior a los 30 kilos de residuos, y en esa circunstancia hay hoteles, grandes restaurantes, supermercados y otros negocios que en este momento abonan una tasa por superficie ocupada. La tarifa «tanta basura generas, tanto pagas», obliga a los ayuntamientos a establecer un sistema de pesaje en esos establecimientos, pero en la inmensa mayoría de municipios repercutiría en otra reducción del recibo doméstico de la basura.
Roger Cerdà, presidente del COR y alcalde de Xàtiva, está trasladando a los alcaldes de las cinco comarcas afectadas esos nuevos conceptos en el sistema de recogida de la basura y, según señaló a este periódico, no se trata de una cuestión de voluntariedad, sino de necesidad. «Todos estamos obligados a generar menos basura y a reciclar más», indicó este jueves a Levante-EMV después de que el COR celebrara una reunión informativa en la sede de la Mancomunitat de la Safor.
Las directrices europeas, que efectivamente son de obligado cumplimiento, tienen que ser asumidas por el COR y, a su vez, aplicadas por los alcaldes porque, pese a suponer una reducción de gastos, un paso en la sostenibilidad ambiental y un ahorro para el bolsillo de la mayoría de ciudadanos, siguen mostrándose remolones a esos cambios. Sirva de ejemplo cualquier municipio de la Safor, porque en ninguno de ellos se ha instalado el quinto contenedor para separar debidamente la materia orgánica.
En eso, el COR insistirá mucho. Y también recordará que reciclar, en contra de lo que muchos piensan, sí supone un ahorro en los recibos. El tratamiento del material que se deposita en los contenedores de papel-cartón, vidrio y envases-plásticos cuesta cero euros porque todo se aprovecha para transformarse y reutilizarse.
