El Ayuntamiento de Xeraco ha iniciado los trámites para la expropiación de los terrenos que permitirán la ampliación del cementerio municipal. Actualmente, el camposanto cuenta con espacio para enterramientos que cubre un periodo de unos dos años, por lo que el Gobierno local que dirige Avelino Mascarell ya se ha puesto manos a la obra debido a que los procesos administrativos pueden alargarse.
La nueva fase del recinto se diseñará con nichos a tres alturas, es decir, se elimina la última fila. Esta decisión responde a las reivindicaciones que venían haciendo los vecinos y vecinas del municipio, que consideran que una cuarta deja las lápidas en un punto inaccesible para poder limpiarlas e instalar las flores. El consistorio, de hecho, ha detectado que muchas familias de personas que se encontraban enterradas en la caseta más alta han solicitado el traslado a otro espacio, como explicaba el propio Mascarell.
El alcalde, con el objetivo de satisfacer las necesidades del municipio al máximo y recoger ideas para realizar el diseño final del camposanto ha visitado varios cementerios con el objetivo de planificar, con el resto de grupos de la oposición, su ampliación. Además de los nichos a tres alturas, el consistorio estudia la construcción de un velatorio, del que carece ahora el municipio, y otro tipos de servicios que permitan la mejora de la infraestructura.
La nueva fase del cementerio se habilitará en un terreno contiguo al del camposanto actual. Para ello, el ayuntamiento deberá proceder a la expropiación de los terrenos, que se encuentran en la zona norte de la parcela en la que se emplaza ahora.
Así, los técnicos municipales han informado a los titulares de laos terrenos para avanzar en la construcción y, de hecho, algunos ya han facilitado la documentación para avanzar en los trámites.
A modo de prevención, para hacer frente a esta situación mientras avanzan las gestiones de la ampliación, el consistorio invertirá en la construcción del último bloque con 80 nichos para dar cabida a la previsión de los dos próximos años en el actual recinto que forma el cementerio, ganando tiempo, de ese modo, para que se vaya preparando la nueva instalación.
De ese modo, el ayuntamiento se asegura disponer de espacio suficiente para poder enterrar a los vecinos y vecinas fallecidos en los próximos años y evitar que pueda llegar un momento de tensión como ha ocurrido en otros municipios.
En los últimos años, varios ayuntamientos han visto cómo sus cementerios se quedaban pequeños y han llevado a cabo actuaciones de urgencia para la construcción de nichos como es el caso de Almoines, que tras una negociación con la iglesia logró que pasara a ser de titularidad municipal para poder ampliarlo cuando hubo unas semanas que se temió que no habría espacio. Tavernes de la Valldigna ha tenido que realizar varias obras de construcción de nichos y ampliación del cementerio. Benifairó está pendiente de acabar su nuevo camposanto, cuyas obras estuvieron paralizadas un tiempo.
