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La difícil convivencia en Beniopa

El problema, que el Gobierno local reconoce, se remonta a años sin que los residentes aprecien resultados

Tres coches de la Policía Local de Gandia, en una intervención en el puente de Beniopa. | LEVANTE-EMV

Hace tres años y medio la Junta de Distrito de Beniopa celebró una reunión extraordinaria a la que acudieron, entre otros, el entonces comisario de la Policía Nacional y el jefe de la Policía Local de Gandia, además de autoridades municipales, en la que numerosos vecinos recriminaron «la poca acción» a la hora de atajar comportamientos incívicos y actos delictivos protagonizados por una parte de los residentes en esa zona de Gandia. En definitiva, lo que se denunciaba era un conflicto de convivencia.

Varias personas con las que entonces habló este periódico confesaron que no iban a esperar resultados satisfactorios, un presentimiento que, a tenor de la actual situación, se ha cumplido plenamente.

Lo ratifican dos hechos. Por una parte, que casi doscientos vecinos remitieran el pasado verano una carta a la alcaldesa de la ciudad, Diana Morant, con una relación de hechos que degradan la convivencia en Beniopa. Por otra, que el mismo ayuntamiento reconozca que allí hay mucha labor por desarrollar, si bien responsables de varios departamentos municipales rebajan las acusaciones de los residentes más críticos.

En el fondo, y eso también lo saben todos, figura el comportamiento personas y familias hasta el punto de que existe cierto temor a amenazas, e incluso agresiones, por parte de otros residentes de Beniopa. Lo cuenta una decena de personas que está promoviendo la creación del Grup Veïnal de Beniopa, una nueva asociación que critica la «inacción» del ayuntamiento y de las fuerzas de seguridad por su «pasividad» cuando se denuncian comportamientos censurables. Un síntoma del conflicto existente es que, al menos de momento, esas personas prefieren no revelar sus nombres.

«Enviamos una carta a la alcaldesa pidiéndole una reunión, pero no nos ha recibido», señalan varios de ellos, incluida la futura presidenta de la asociación, en una conversación con este periódico. Pero en el Gobierno local responden que la primera autoridad local actuó remitiendo el escrito a diversos departamentos para que se atendieran sus demandas.

Desde hace años los problemas de convivencia se acumulan sin resolver. Al margen de la comisión de delitos, especialmente los relacionados con el tráfico y venta de droga, las personas que promueven la nueva asociación insisten en que nadie actúa contra la ocupación ilegal de viviendas, los enganches de electricidad a la red pública, los constantes incumplimientos de la ordenanza de convivencia, la cría y peleas de gallos o la vulneración de las normas de tráfico, entre ellas la circulación a gran velocidad por calles estrechas. En medio de la pandemia del covid-19 también se han denunciado, incluso con vídeos, fiestas y reuniones de decenas de personas. «La policía viene, pero muchas veces ni siquiera se detiene para sancionar», aseguran estos vecinos, que también lamentan que el retén de la Policía Local abierto hace años en la calle de les Meravelles «no funciona».

Tras comprobar que ningún concejal del distrito de Beniopa ha solucionado los problemas, ni siquiera con la convocatoria de una comisión especial para abordar este conflicto de forma integral y con el anuncio de la disposición de «mediadores», han decidido dar un paso y constituir la nueva asociación. «Es casi un acto de defensa propia porque, de lo contrario, acabaremos marchándonos de Beniopa por no poder vivir aquí con un mínimo de tranquilidad», indican quienes incluso se sienten «discriminados» porque ellos dicen cumplir unas normas de convivencia que son para todos y que una parte de los residentes incumple prácticamente a diario sin que, en su opinión, nadie se lo recrimine.

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