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Villalonga paraliza la expropiación del castillo entre críticas por no hablar con los propietarios

Dos propietarios intentaron acceder al salón, sin éxito, para expresar que ni siquiera han sido citados

Algunos de los muros más significativos del antiguo castillo medieval de Villalonga. | LEVANTE-EMV

El Gobierno local de Villalonga, formado por Compromís, Partido Popular y Fer Poble, pretendía aprobar la apertura del proceso para expropiar los terrenos en los que se asientan las ruinas del antiguo castillo, de origen medieval, sin siquiera haber convocado y escuchado a los propietarios de las parcelas afectadas.

Así quedó acreditado durante el extraño pleno, de carácter extraordinario y urgente, convocado por el alcalde, Domingo García, la noche del pasado lunes. Extraño porque, al final, la «comunicación de la voluntad de expropiar el castillo», que era el único asunto del orden del día, se quedó sobre la mesa.

Al inicio de la sesión el portavoz socialista, Enric Llorca, reprochó al alcalde que este asunto se llevara a debate sin que ningún representante del ayuntamiento se haya dignado en convocar a los propietarios de las cuatro parcelas afectadas para escuchar su opinión, incluso de si existe la voluntad de una compraventa voluntaria. De hecho, dos de ellos, hermanos residentes en Xeraco, acudieron al pleno con la intención de expresar allí sus argumentos, pero no pudieron entrar en el salón debido a las restricciones derivadas de la crisis sanitaria. El socialista Llorca, que incluso lamentó el coste económico que le ha supuesto al consistorio la convocatoria de una comisión y un pleno extraordinario, ha llegado a recriminar al grupo del Gobierno local que «si el castillo ha esperado ochocientos años, puede esperar un mes más para que las cosas se hagan bien», en referencia a la necesidad de sentarse con los dueños de los terrenos en vez abordar la cuestión por un procedimiento de urgencia que, en su opinión, en absoluto está justificado.

Ante ese argumento, el alcalde de Compromís optó por posponer el asunto y paralizar el inicio del proceso de expropiación. El acuerdo consiste en crear una comisión integrada por representantes de todos los partidos políticos municipales cuya primera misión será convocar a esos propietarios y escucharles.

El castillo de Villalonga se asienta sobre cuatro parcelas, de otros tantos propietarios, que suman aproximadamente 2.400 metros cuadrados. Juan Onrubia es el dueño de la mayor de ellas, de unos 1.400 metros cuadrados, y ayer, como ya ocurrió hace unas semanas, expresaba su malestar por la actitud del alcalde. «Siempre he tenido la mayor disposición a hablar», indica, pero nadie se ha dirigido a él más que con una carta que le llegó en febrero. Al mes siguiente Onrubia remitió un burofax expresando sus argumentos, y esta es la hora que aún no ha tenido respuesta. En ese contexto se enteró de la convocatoria del pleno extraordinario y urgente para iniciar el proceso de expropiación.

El propietario de la mayor parte del castillo también aseguró que ayer mismo mantuvo reuniones para intentar saber si existe alguna entidad dispuesta a invertir en la restauración y consolidación de los muros del antiguo castillo, porque al final esa es la pretensión del ayuntamiento.

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