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Gandia adquiere la primera fotografía del militar y político Alcalá de Olmo

La imagen de quien impulsó la construcción del primer ferrocarril y las de sus dos esposas estaba en su casa de Benirredrà y fue vendida

Las fotografías de Vicente Alcalá de Olmo y sus esposas, Roberta Vilella Llinares y Ángela Vallier Morales. | AHG

El Arxiu Històric del Ayuntamiento de Gandia ha conseguido cuatro pequeños tesoros que acaba de incorporar a sus fondos y que, en cierta medida, vienen a llenar un vacío documental de considerable importancia.

Gandia adquiere la primera fotografía del militar y político Alcalá de Olmo

Se trata tres fotografías retocadas, de finales del siglo XIX, realizadas a Vicente Alcalá de Olmo y a las dos esposas que tuvo, Ángela Vallier Morales y Roberta Vilella Llinares. El cuarto objeto es una pintura del propio Alcalá de Olmo.

Gandia adquiere la primera fotografía del militar y político Alcalá de Olmo

Lo relevante de esta adquisición a un anticuario es que se trata de la primera fotografía de Alcalá de Olmo, un militar, aristócrata y político conservador gandiense que, a finales del siglo XIX, tuvo la iniciativa de emprender por su ciudad, contribuyendo en buena medida a su progreso social. Sin duda, lo más destacado de fueron sus gestiones que desembocaron en la construcción, a partir de 1864, del tranvía entre las ciudades de Dénia y Carcaixent, que después se convirtió en el primer ferrocarril que llegaba a Gandia y que la comunicaba no solo con el sur, sino que, enlazando en Carcaixent, se podía seguir hacia València o Madrid.

El historiador y archivero Jesús Alonso explica a este periódico que las tres fotografías y la pintura se encontraban en el caserón señorial que Alcalá de Olmo compró en Benirredrà y que sus herederos vendieron a finales del siglo pasado. Los objetos que albergaba ese edificio, que fue el palacio de los condes de Ròtova, acabaron en manos de coleccionistas y comerciantes de objetos antiguos y es ahora cuando se ha podido conocer de la existencia de las cuatro imágenes.

Los historiadores coinciden en que Alcalá de Olmo fue un hombre admirado en Gandia. Nacido en València el 18 de marzo de 1820, era miembro de una familia procedente de Andalucía de larga tradición aristocrática y militar. Ingresó en el colegio de artillería y con el tiempo llegó a ser coronel de Estado Mayor, desempeñando cargos relevantes en parte por sus méritos en la guerra de África.

Gracias al general de la Concha, que era miembro de la centrista Unión Liberal, Alcalá de Olmo viajó por diversos países de Europa y así pudo impregnarse de las corrientes políticas que impulsaban la modernidad, entre ellas el fulgurante avance del ferrocarril como medio de locomoción o la modernización de los ejércitos. De la misma manera, mostró admiración por los avances en los Estados Unidos, un país al que llegaban miles de inmigrantes y que vivía una auténtica revolución modernizadora.

De ahí que impulsara el ferrocarril en Gandia como un elemento de progreso o que promoviera la creación de un sindicato agrario para potenciar el comercio de los productos que surgían que la huerta de Gandia.

Como era habitual en aquella época, en 1848 se casó con una mujer de su mismo rango social, Ángela Vallier Morales, vecina de València, de la que enviudó en 1879. Entonces ya había comprado el palacio de los condes de Ròtova de Benirredrà y, a los 62 años, se casó con Roberta Vilella Llinares, popularmente conocida en Gandia como Roberteta. De ninguna de esas dos relaciones tuvo hijos, y los tres descansan en un panteón familiar que se hizo construir en el cementerio de Benirredrà.

Un caserón de gran valor

El caserón de Benirredrà de donde salieron los cuatro objetos adquiridos por el archivo de Gandia también tiene su historia. El inmueble, en la calle del Forn, fue de los condes de Ròtova, y Alcalá de Olmo lo compró después de pasar una temporada en prisión por alinearse con los carlistas en la revolución gloriosa. Allí vivió hasta su muerte, en 1902.

A finales del siglo pasado, cuando los herederos lo pusieron a la venta, el Ayuntamiento de Benirredrà se planteó la compra, pero no alcanzaba a financiar su elevado precio. Entonces se abrió allí un restaurante y, posteriormente, lo compraron los actuales propietarios, que procedieron a una completa rehabilitación. Su imagen exterior constituye una de las más bellas estampas urbanas de Benirredrà.

Gandia, como es obvio, dedicó a Alcalá de Olmo una céntrica calle, la que va desde la avenida de Alacant hasta la calle de Sant Pasqual.

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