Enrique Melo, Ramón Camallonga, José Andrés Ibáñez, Lydia Morant, Toni Andrés, Rubén Donet y Héctor Cabrera. Son como los «siete magníficos», los únicos deportistas de la comarca de la Safor que hasta la fecha han subido al Olimpo de unos Juegos; empezando por Múnich 1972, y siguiendo por Seúl 1988, Barcelona 1992, Sídney 2000, Atenas 2004, Pekín 2008, Londres 2012 y, en el caso de Héctor, los paralímpicos de Río 2016 y Tokio 2020.
De ellos, tres son nadadores (Enrique, Ramón y Lydia), quizá no por casualidad para un club con solera como el NiE Gandia que celebra sus 50 años de historia, otros dos son atletas (el velocista Toni Andrés, formado en el CA Safor Teika, y el jabalinista Héctor Cabrera, del CC El Garbí), uno es ciclista (Rubén), y otro es haltera, José Andrés, actualmente presidente del club de toda su vida, el AC Gandia.
En cuanto a la procedencia todos son de Gandia a excepción de Rubén, que es de Barx, y de Héctor, de Oliva. Seis hombres y una mujer que, a pesar de no traerse ninguna medalla (el mejor clasificado hasta ahora ha sido José Andrés, con un diploma olímpico como octavo clasificado) ya han labrado su nombre en la historia del deporte comarcal.
La mayoría de ellos, especialmente los velocistas, se retiraron de la competición en torno a los 30 años de edad. Algunos siguen acudiendo a campeonatos, como Lydia o Héctor, y otros siguen vinculados al deporte desde diferentes ámbitos, entrenando o dirigiendo eventos deportivos o clubes, como el el caso de José Andrés, Rubén o Ramón.
