Al principio de la calle, una valla corta el paso a los vehículos. Junto a ella, un agente de la Policía Local filtra quién puede pasar y quién no. A lo largo de esa misma calle una hilera de coches espera, con el motor encendido a ser atendida por una profesional que va ataviada con bata, mascarilla, pantalla protectora de metacrilato y guantes. La imagen recuerda demasiado a la de hace un año, a aquella que se creía ya olvidada, a la del momento más negro de la pandemia. Porque, efectivamente para hacerse PCR han regresado los coches a la puerta del Centro de Salud de Tavernes de la Valldigna, y también en el de Bellreguard y otras localidades.
Es un síntoma claro de que la evolución de la pandemia del coronavirus en la Safor, de nuevo es negativa. La actualización de datos de ayer por parte de la Conselleria de Sanidad confirmaba aquello que ya se esperaba, es decir, que la comarca vuelve a estar en riesgo alto, al registrar una Incidencia Acumulada de 211 casos por cada 100.000 habitantes.
Si bien, la situación no es tan preocupante que la de la temida tercera ola, la del otoño e invierno del año pasado, la que segó decenas de vidas, porque la vacunación se está demostrando efectiva contra los estadios más graves de la enfermedad.
Pero se venía avisando desde hacía tiempo: no hay que bajar la guardia porque el virus sigue ahí y, aunque se disponga de las dos dosis de la vacuna, las personas pueden contagiarse igualmente, a pesar de que el desarrollo de los síntomas sea más leve.
Aunque la inflexión en la nueva situación epidemiológica en la comarca se empezó a vislumbrar a principios de la pasada semana, fue ayer cuando se confirmó al registrar la cifra de contagios activos más alta en los dos últimos meses, con 116 más en solo tres días para situarse en 375. En apenas una semana, hay el doble de contagios activos, ya que el pasado viernes se contabilizaban 197. Por su parte, el pasado 2 de noviembre, 16 días atrás, había 82 y un mes antes, en octubre, 47.
En lo que respecta a los contagios totales, también ayer se registró la cifra más alta desde finales de agosto, con 157 nuevos casos respecto al martes, lo que suma un total de 16.543 confirmados con pruebas PCR desde que en marzo del 2020 se declarara el inicio de la pandemia en la Safor.
La comarca de la Safor se sitúa como la segunda con peor Incidencia Acumulada de toda la provincia de València, solo por detrás del departamento de salud de Requena, también en riesgo alto pero con una IA de 247.
Por municipios, la situación es muy preocupante en casos como Tavernes de la Valldigna, que desde hace unos días está en riesgo extremo y que ya roza una IA de 500 casos por cada 100.000 habitantes. Otros municipios como Ador (809), Villalonga (320), Beniarjó (396), Rafelcofer (295) o Daimús (281) también están en situación de riesgo extremo.
Restricciones autoimpuestas
Esta situación ha empezado a tener las primeras consecuencias en el caso de Tavernes, donde la situación está cada vez más complicada con 85 casos activos, casi el doble de los que había hace cuatro días (49) y tres veces más de los de hace una semana y un importante número de aulas confinadas en los colegios de la ciudad. Aunque ninguna administración ha fijado restricciones, las comisiones falleras de la ciudad se las han autoimpuesto y, a través de sus perfiles de redes sociales, han anunciado que suspenden toda actividad que estaba programada en los casales, al menos durante los próximos quince días. A esta iniciativa se ha sumado también la propia Federació de Falles, que ha aplazado el concurso de postales navideñas, que estaba previsto para el próximo 26 de noviembre. La Federació de Falles de Gandia también suspendió el acto de homenaje a Pep Lloret, que estaba previsto para anoche en el Museu Faller.
Tampoco la situación hospitalaria es ajena al momento en el que se encuentra la pandemia en estos momentos en la comarca. El número de personas ingresadas ha crecido en los últimos días hata las 10. De ellas, siete están siendo atendidas en la planta de covid, mientras que otras tres han ingresado en la unidad de pacientes graves.
