El plan para acabar con la plaga de jabalís que pusieron en marcha los ayuntamientos de Bellreguard, Miramar, Guardamar de la Safor, Daimús y Piles ya ha empezado a dar sus frutos. En estos momentos está en marcha la segunda fase, que es la de «cebar» a los animales para que acudan con confianza al interior de las jaulas.
En un primer momento, la empresa encargada de esta labor realizó un estudio sobre las zonas en las que se suelen encontrar las piaras. En esos puntos, a renglón seguido, se instalaron estos recintos que servirán para capturarlos.
Es un trabajo de paciencia porque lo normal es que los animales, que encuentran comida dentro de las jaulas, entren y salgan de ellas al principio. Su número, poco a poco, se va multiplicando hasta que, en un momento dado, se espera que lleguen los que se consideran suficientes para cerrar la puerta de forma remota.
El alcalde de Daimús, Javier Planes, explicaba que el objetivo está en cazar unos 40 ejemplares cada vez que se cierren las puertas.
Una cámara que graba el comportamiento de los cerdos salvajes ya ha captado en Bellreguard a algunos ejemplares en el interior de las mismas. De momento, no se han cerrado aún las puertas pero, por lo que se aprecia, ya han empezado a llegar los resultados.
Cabe recordar que estos animales serán posteriormente entregados en cotos donde se les reclama para cacerías o se les sacrifica. El objetivo es acabar con la superpoblación de estos animales, que causan daños tanto a las cosechas como a elementos como paredes, vallas, etc.
La unión de los cinco municipios buscaba llevar a cabo una acción integral que acabara con el problema, ya que actuar cada uno de forma individual podía provocar que la lucha contra los jabalíes en un término municipal sería infructuosa si los animales se movían de uno a otro. Este mismo método también lo ha utilizado Gandia en Marxuquera.
