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Costas llega tarde en la Goleta

La fuerza del mar contra los muros de los edificios de primera línea de la playa de Tavernes por la desaparición de la arena provoca el derrumbe de parte del patio en uno de ellos

El daño provocado por el hundimiento del muro del patio del edificio Camino Real de la playa de Tavernes. | LEVANTE-EMV

El mar sigue ganando la partida en la zona de la Goleta de Tavernes de la Valldigna y la sensación que existe en el municipio es de que ya se llega tarde por parte del Gobierno para evitar importantes problemas. Ni las continuas actuaciones de la Dirección General de Costas tratando, no ya que haya una pequeña porción de playa se salve para el turismo, sino de evitar que las olas causen daños a las edificaciones, son ya suficientes. Porque, a día de hoy, la batalla está perdida y las olas se han adueñado por completo de un espacio en el que no encuentran nada que les impida el paso.

Ni siquiera hace falta un «Gloria» para causar estragos. Se lo pueden preguntar, si no, a los propietarios y las propietarias de viviendas del edificio Camino Real, ubicado en el paseo de la Goleta pero cuyo patio, con la piscina incluida, se encuentra a primera línea del mar.

El pasado mes de noviembre, durante unos días, el mar enfureció algo más de lo normal por un temporal de intensidad media. Aquel episodio fue suficiente para que el muro que separa la playa de la zona de la piscina de esta finca acabara cediendo y, con él, se hundió una parte importante del patio, incluida la propia piscina, que también se ha visto afectada como se aprecia en las imágenes.

Hace ya mucho tiempo que el agua se zampó todo el terreno que ocupaba antes la poca arena que había. Por ese motivo, las olas rompen contra el muro del edificio, hasta que al final este ha acabado cediendo.

En la comunidad de propietarios buscan ahora una solución. Jorge Girbés, administrador del edifico, explicaba ayer a este periódico que el actual muro «ya no sirve» porque «el edificio está dentro agua». La solución, señalaba, pasa por construir lo que se conoce como «muro pantalla», que arranca a unos metros por debajo del nivel del mar y actúa, además, de rompeolas haciendo, a su vez, las veces de protección de la zona de la piscina del edificio.

Se trata, en todo caso, de un proyecto que aún deben refrendar los vecinos y las vecinas en una junta extraordinaria que tendrá lugar en unos días. La comunidad ha contratado a un ingeniero de caminos para que elabore el proyecto. Según Girbés, «no se puede hacer nada hasta que Costas no nos dé permiso». El administrador, además, asegura que el organismo dependiente del Ministerio de Transición Ecológica no ha autoriza a la comunidad a realizar ninguna actuación externa, como sí que ha ocurrido en otros edificios próximos que han realizado espigones pagados con su propio dinero.

El mar lleva tiempo causando daños a los edificios de primera línea de la playa de Tavernes, especialmente en la zona norte. Durante la borrasca «Gloria», en enero del 2020, destrozó los balcones de los dos primeros pisos de un edificio y también los accesos a la playa desde todos estos inmuebles han ido desapareciendo y teniendo que ser repuestas en los últimos años.

Este incidente ha sido aprovechado por el Ayuntamiento de Tavernes para volver a requerir al director general de Costas, Antonio Cejalvo una «actuación de emergencia» en la Goleta. En esta solicitud va adjunto un informe de los técnicos municipales en el que se detalla cómo la pérdida del cordón dunar, que está protegido como Zona de Especial Conservación y considerado un Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) y que quedó arrasado por el temporal «Gloria», han provocado que las olas golpeen directamente sobre los muros de las edificaciones, causando los daños que ha sufrido este edificio.

El escrito, firmado por el arquitecto municipal de Tavernes y la técnica de Medio Ambiente, señala que en los últimos años, la playa de la Goleta «ha reducido su anchura de manera gradual» tras desmontar las dunas «hasta su total desaparición», por lo que de la playa de la Goleta lo único que queda es el nombre.

En la solicitud se expone la necesidad de actuar de forma «urgente» para proteger los edificios de cara a posibles temporales tanto en invierno como en primavera.

Cabe recordar que el Gobierno sacó a licitación el pasado mes de octubre la redacción del proyecto para ejecutar una obra que suponga el final definitivo a los problemas que padece la playa de la Goleta. El objetivo, como publicó este periódico, es devolver la costa del norte de Tavernes al estado en que estaba hace 64 años, lo que pasaría por verter 500.000 metros cúbicos de arena con una inversión de 3,5 millones de euros y sin descartar la construcción de algún dique si fuera necesario.

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