El Gobierno local de Tavernes de la Valldigna quiere festivales en su playa, como ha demostrado ya en los últimos años, pero los quiere siempre que cumplan de forma escrupulosa todas las normativas. Por eso, en el ayuntamiento ha molestado el anuncio realizado la pasada semana por la empresa promotora del festival Medusa respecto a la celebración de Zevra, otro evento musical de gran formato en la playa de Tavernes de la Valldigna, el cuarto, para el próximo verano.
El motivo es que la empresa aún está lejos de cumplimentar toda la documentación necesaria para obtener la licencia de actividad necesaria para desarrollar este evento en el recinto que esta misma firma está habilitando en la zona sur de la playa, un espacio rural ubicado entre este término municipal y el de Xeraco que también acogerá el Octopus (organizado por la misma mercantil), el Iboga Summer Festival y el Mediterránea.
Fue el propio alcalde, Sergi González, quien en el pleno celebrado el pasado lunes, y a preguntas del concejal de l’Esquerra de Tavernes, Zeus Grau, quien verbalizó la incomodidad que ha provocado el anuncio por todo lo alto de este nuevo festival, dedicado a la música urbana, reggaetón, pop y electrónica, que incluye zona de acampada, restauración, atracciones y escenarios tematizados y que en las redes sociales se vende como «una celebración cultural que une la música, el arte, la moda, la gastronomía y el turismo», que se fusionarán «en un espacio equivalente a más de 10 campos de fútbol».
Todo, pese a que, como reconocía el propio González, en estos momentos, «no hay un proyecto que contenga todos los informes que se han solicitado».
Para poder obtener la licencia, la promotora debe presentar hasta siete documentos en los que se evalúe la afección en cuestiones como el patrimonio cultural, el suelo forestal, paisaje, inundabilidad (Patricova) o movilidad, también una evaluación ambiental simplificada y un informe sobre las repercusiones sobre el espacio Xarxa Natura 2000.
Estos escritos se incluirán en el expediente, junto al proyecto, para que el ayuntamiento otorgue licencia. «A día de hoy, esos informes no están porque no se ha presentado el proyecto completo», indicaba González. El alcalde reconocía que la actitud de la empresa «nos mosquea» porque «hay muchos requisitos que hay que cumplir» y lamentaba que «se están anunciando cosas que están condicionadas a la concesión de la licencia y la obtención de los informes».
El responsable municipal de Festivales, Josep Llàcer, por su parte, confirmaba que «a día de hoy el proyecto no está presentado». Sí que existe en el ayuntamiento una instancia presentada por la empresa en la que se adjuntaba «un borrador» del proyecto sin los informes necesarios. El ayuntamiento ya ha requerido a la empresa que entregue la documentación.
Llàcer recuerda, en todo caso, que esta documentación se exige para todos los cuatro festivales anunciados en la playa vallera.
Si la pandemia del coronavirus no lo impide, Tavernes de la Valldigna vivirá el próximo verano una auténtica vorágine de festivales musicales. La adecuación de un gran recinto para la celebración de este tipo de eventos al sur del casco urbano del litoral está atrayendo a empresas que quieren retomar la actividad festivalera.
Por ello, de cara a los próximos meses de julio y agosto hay anunciados cuatro eventos de gran formato en Tavernes. De ellos, tres se celebran en julio, por lo que de los cinco fines de semana que componen este mes solo habrá dos en el que no se celebrarán conciertos.
En estos momentos, están anunciados el Octopus, dedicado a la música electrónica, y que está previsto entre el 8 y el 11 de julio, el Zevra, promovido por la misma empresa que el anterior y previsto del 21 al 24 de julio y el Iboga Summer Festiva, programado para los días 27, 28, 29 y 30 de julio. Así pues solo quedan libres de festivales el 2 y el 3 de julio y el 16 y 17.
A estos se suma, además, un cuarto, el Mediterránea Festival, dedicado a la música «indie», por y rock, que, en este caso se celebrará los días 19 y 20 de agosto.
Pero la oferta musical en la playa de Tavernes de la Valldigna va más allá, porque a lo largo del verano también se celebran varios festivales de menor formato, como el Desllunat o Pop al Carrer, que lleva 18 ediciones, el Sete Sois Sete Luas, el Sona Baixet Fest, dedicado en este caso a los más pequeños y también el festival de corales, que cada año acoge el lago como escenario. No cabe duda que el ayuntamiento apuesta por la música para atraer visitantes.
Solo habrá un fin de semana sin conciertos en el mes de julio
Octopus, Zevra e Iboga están previstos para el primer tramo de verano y Mediterránea para agosto
t.á.c. Gandia
