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El Náutico de Gandia es de Alcara

El TSJ rechaza abrir un nuevo concurso y obliga a cumplir la sentencia favorable a la mercantil

El espacio del Náutico de Gandia, poco después de la demolición de sus edificios.

Cada resolución judicial que se conoce sobre el larguísimo contencioso que afecta a la concesión administrativa del espacio que ocupaba el Real Club Náutico de Gandia permite aseverar que la empresa Alcara Infraestructuras acabará, en una fecha no muy lejana, por conseguir la autorización para levantar allí un complejo deportivo y de entretenimiento, similar al Náutico de Dénia, y explotarlo durante 25 años.

El último paso dado por los jueces, conocido esta misma semana, es del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana, y, con absoluta claridad, viene a dar un espaldarazo a las pretensiones de Alcara, al tiempo que rechaza todos los argumentos de la Autoridad Portuaria de València, de la Abogacía del Estado y del Real Club Náutico de Gandia.

Esa resolución incluso se puede interpretar como una advertencia, otra más, a la APV, que es la entidad titular de ese privilegiado espacio situado entre el puerto y la playa Nord de Gandia, dado que le obliga a reactivar el proceso administrativo que, salvo sorpresas, entregaría el Náutico a Alcara.

Aunque jurídicamente sea una cuestión compleja, lo que acaba de conseguir Alcara es que la APV sitúe el concurso para la concesión administrativa del Náutico en el punto en el que solo se podía entregar a esta empresa y, además, anular la pretensión de archivar todo el expediente para abrir un nuevo procedimiento en el que habrían podido presentarse otros interesados. Lo primero, cabría decir aquí, es que hay concluir el trámite iniciado en junio de 2016, hace exactamente seis años, y retrotraer todas las actuaciones al punto en que Alcara estaba en disposición de quedarse con ese derecho concesional.

El conflicto que afecta al espacio del Náutico de Gandia surgió, precisamente, cuando la APV, basándose en un informe de la Abogacía del Estado, aceptó una alegación de la entidad Real Club Náutico de Gandia en la que apreciaba un defecto de forma en la documentación que debía presentarse para participar en este proceso. Aquello fue considerado un atropello por parte de Alcara, que anunció, e inició, una batalla judicial que le ha venido dando la razón una y otra vez.

Alcara quiere construir el «nuevo Náutico» de Gandia, señalan a este periódico fuentes de la empresa, quienes reiteran su perplejidad por la forma de proceder de la APV en todo este proceso.

El auto judicial conocido ahora es recurrible, y es previsible que la APV lo haga a pesar de que, como señala la resolución, debe asumir, a medias con el Real Club Náutico de Gandia, las costas procesales.

De no recurrir, se tendría que aplicar la sentencia que obliga a continuar el proceso que, previsiblemente, desembocaría en el otorgamiento de la concesión administrativa del Náutico a Alcara Infraestructuras. Si todo ello demorara un año, al que se sumarían al menos otros tres en la redacción del proyecto y la construcción de todo el complejo, esa instalación no estaría operativa hasta el verano de 2026, una década después de que arrancara el trámite.

El Ayuntamiento de Gandia, muy interesado en desbloquear este proceso y conseguir que la ciudad disponga de un elemento llamado a atraer turismo, negocios e inversiones, nunca ha ocultado que desea llegar al fin del conflicto y que el legítimo concesionario que surja ejecute cuanto antes las obras.

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