El Ayuntamiento de Oliva se ha visto obligado a activar un protocolo de urgencia para tratar de frenar la oleada de incendios que desde hace unas semanas acecha la localidad. Más de 20 conatos se han registrado en lo que va de verano y todo apunta a que alguna persona podría estar detrás de estos siniestros. La Guardia Civil, de hecho, ha abierto una investigación para tratar de descubrir si se trata de algo intencionado, como así sospechan en la localidad.
Al mismo tiempo, el consistorio también ha tomado la decisión de obligar a todos los propietarios de parcelas agrícolas abandonadas a que las limpien y, de ese modo, evitar que se genere un caldo de cultivo para aquellos que buscan dar trabajo a los servicios de extinción.
Lo hará a través de la incoación de ordes de ejecución, que se enviarán a los propietarios para que, «con carácter inmediato» procedan a la adecuación de los espacios, lo que conlleva la retirada de cañas sequas y malezas, que son auténticos combustibles para el fuego.
De lo contrario, el ayuntamiento procederá a imponer sanciones a quienes no cumplan con esa medida.
Y es que, la gran mayoría de incendios que se están produciendo en las últimas semanas afectan especialmente a parcelas con estas características.
Este protocolo de prevención se está elaborando con la colaboración de Policía Local y Servicios Técnicos Municipales y contará con la identificación de todas aquellas parcelas insalubres y sin ningún tipo de mantenimiento, que urge limpiar.
Además, el consistorio intensificará la vigilancia en las zonas rurales para tratar de detectar actitudes extrañas y controlar actuaciones que infringen la normativa por el uso del fuego. Así mismo, el aumento de la vigilancia permitirá también la detección temprana de columnas de humo y la pronta respuesta frente a la emergencia.
El ayuntamiento también ha pedido «civismo» a sus vecinos y sus vecinos y reclama la colaboración ciudadana para tratar de frenar la proliferación de los fuegos.
