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El inglés se cuela en el comercio de Gandia

Proliferan en la capital de la Safor negocios con nombres en inglés o que usan este idioma como reclamo para atraer a los clientes, mientras que el valenciano sigue marginado a sectores tradicionales como panaderías o comida para llevar

Una tienda de ropa en la calle Major con reclamos en inglés J. C.

Un paseo por los dos principales ejes comerciales de Gandia, las calles Major y Sant Francesc de Borja, en el centro histórico de la ciudad, es suficiente para comprobar cómo el inglés está proliferando en los nombres de muchos establecimientos, e incluso en su cartelería y en los mensajes que lanzan desde los escaparates.  

Algunos son franquicias, y este fenómeno forma parte de la estrategia de estas grandes cadenas, pero lo curioso es que también hay numerosos comercios pequeños, que se han visto arrastrados por esta inercia de subordinación al idioma anglosajón en la que viven instaladas desde hace décadas lenguas romances como el castellano o el valenciano. 

Al parecer, el helado sabe mejor si lleva un «topping» en vez de una cobertura, nos fiamos más si nos ofrecen servicios de «consulting» o de «coaching», en vez de asesoría o de motivación empresarial; lo «healthy» nos parece más saludable, o pensamos que un «drugstore» tendrá más clientela que si fuera una botica. 

Al mismo tiempo que el inglés se cuela en el comercio gandiense también avanza su castellanización. Todavía hay temores de que, por ejemplo, una inmobiliaria venda menos casas o una clínica dental tenga menos pacientes si se presenta en valenciano. Y ello a pesar de que la inmensa mayoría de los clientes del comercio de Gandia son valencianohablantes, ya que proceden de esta misma ciudad y los pueblos de la comarca.  

La presencia del valenciano sigue siendo testimonial, aunque sí puede leerse en determinados establecimientos cuando estos quieren transmitir una sensación de cercanía, elaboración artesanal, casera, o de pueblo, como por ejemplo hornos de pan, herboristerías y tiendas de productos ecológicos, comidas para llevar o tiendas de indumentaria típica. 

Esto también lo corrobora un estudio de Yaiza Pérez Alonso, socióloga y profesora asociada de la Universitat de València, cuya tesis doctoral versa sobre la presencia y uso del valenciano en el comercio. La autora analizó 1.865 establecimientos (pequeños, galerías comerciales y mercados) de seis ciudades valencianas: Alicante, Alcoi, Castelló, Elx, Gandia y València. Por una parte, identificó que, en los centros comerciales, la rotulación está en inglés en un 25% de los casos. Y en cuanto al valenciano hay más presencia oral que escrita, aunque la tendencia sigue siendo la de dirigirse en castellano al dependiente. Pérez pide más campañas y una legislación concreta para fomentar el valenciano en el comercio.

Premios  

Para poner algún tipo de freno a este proceso de sustitución lingüística las instituciones públicas lanzan periódicamente subvenciones. El Gobierno de Gandia convocó antes del verano unos premios al uso del valenciano en el comercio local. Será la primera edición. La recepción de candidaturas se cerró el 4 de septiembre, y ya se ha constituido el jurado, que previsiblemente anunciarán a los seleccionados en octubre. Hay tres modalidades: rotulación, folletos u otro material impreso o físico, y redes sociales. Además de una dotación económica se hará entrega de un sello a los comercios como agradecimiento a su labor por la dignificación de la lengua.

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