Palma espera respuestas para su problema con el agua y acusa de «paripé» a la diputación

300 vecinos reclaman soluciones en una manifestación

Un momento de la manifestación del pasado domingo. | LEVANTE-EMV

Un momento de la manifestación del pasado domingo. | LEVANTE-EMV / Toni Álvarez Casanova. Gandia

Toni Álvarez Casanova. Gandia

Cerca de trescientas personas participaron el pasado domingo en la manifestación convocada por el Ayuntamiento de Palma de Gandia para exigir a la Generalitat y a la Diputación de Valencia que contribuyan económicamente en la financiación de las obras necesarias para asegurar el abastecimiento de agua potable a esta localidad. El enfado en el municipio es notable, no solo en el ayuntamiento, sino entre los vecinos y las vecinas, como se hizo notar en la protesta que transcurrió por diferentes calles de la localidad el pasado domingo.

El municipio espera unas respuestas que no llegan por parte de ninguna administración superior, como confirmaba ayer a este periódico la alcaldesa, Paula Femenia.

La dirigente se mostró especialmente molesta con la diputación. La corporación provincial aprobó el pasado 21 de noviembre una moción consensuada por todos los grupos en la que se comprometía a ayudar «técnica, jurídica y económicamente» al municipio en la ejecución del proyecto de canalización de agua desde el pozo que abastece a varios municipios y que gestiona la Mancomunitat de la Valldigna, ubicado en Potries.

Unas semanas después, el PP, Vox y Ens Uneix aprobaban los presupuestos sin incluir esa partida, lo que causó mucho malestar en el municipio y derivó en la manifestación del domingo. «Aquel acuerdo fue un paripé», denunciaba ayer en conversación con Levante-EMV la propia Femenia.

La alcaldesa explica que lo que ahora pretende la Diputación de Valencia es que se sufrague el proyecto con el Pla Obert d’Inversions, que contempla un millón de euros para los próximos cuatro años.

Femenia considera que con esa cantidad «no hay dinero suficiente para asumir todo el proyecto», ya que, además, «cuenta con unos requisitos que se deben cumplir» y que no se podrían aplicar en el caso de la canalización.

Lo que el ayuntamiento reclama es, por tanto, un convenio singular destinado específicamente al proyecto de canalización, que se completaría con una inversión de la Generalitat y del consistorio.

Desde el pasado 11 de octubre, cuando se produjo un derrumbe en el pozo situado en Ador que suministraba a ambas localidades, Palma de Gandia ha tenido que recurrir a otro pozo, el de Sant Miquel, que suministra líquido con excesos de nitratos y presencia de productos usados en la agricultura intensiva, de manera que no es potable y no es recomendable beberla o usarla para cocinar.