Cáritas de Villalonga asume el Patronato de Pobres tras extinguirse la fundación

La parroquia comienza la rehabilitación del viejo edificio de la calle de los Santos Reyes para destinarlo a la atención de personas vulnerables y lugar de encuentro para todos los vecinos

Las obras ya han recibido ayudas de la Fundació la Caixa y se confía en subvenciones de las instituciones

El Patronato de Pobres de la Fundación Martí que ha asumido Cáritas Parroquial de Villalonga.

El Patronato de Pobres de la Fundación Martí que ha asumido Cáritas Parroquial de Villalonga. / Levante-EMV

Sergi Sapena

Cáritas Parroquial de Villalonga ha iniciado un proyecto a largo plazo para mejorar la asistencia y atención a personas vulnerables de esta localidad, y también para crear un punto de encuentro de todos los vecinos, después de haber recibido en donación una emblemática casa que perteneció a la Fundación Martí, precisamente dedicada a la atención de pobres.

En el proceso de extinción de esa entidad el Protectorado de Fundaciones de la Generalitat ha otorgado el gran caserón, situado en la céntrica calle de los Santos Reyes, a Cáritas Parroquial. El edificio, que ha estado en desuso durante años, se conoce, como bien refleja la gran inscripción situada en su fachada, como el Patronato de Pobres.

Tras recibir esta importante donación, Cáritas Parroquial de Vilallonga inició hace dos semanas el proceso de restauración y de recuperación de ese edificio para que sea la sede de esta entidad de la Iglesia Católica y dedicarla a la atención a personas vulnerables.

Cáritas de Vilallonga en estos últimos años está ayudando a unas cuarenta familias que requieren recursos y atención, y distribuye los alimentos que le llegan del Banco Europeo de Alimentos. Al mismo tiempo dispone de un mercadillo en el que se ponen a la venta ropa y objetos que las personas ceden gratuitamente para financiar las actividades benéficas de Cáritas.

A medida que haya recursos

Según informa la parroquia de Villalonga, la primera fase de la restauración de la casa superará los cien mil euros, y consiste en derribar la parte del edificio que está en ruina y la consolidación de la cubierta y de los forjados de las dos plantas del caserón. Posteriormente se tendrá que acometer la nueva instalación eléctrica, la red de agua y saneamiento y la nueva distribución de espacios en el edificio, tanto en la planta baja como en los dos pisos superiores.

«La pretensión es tener un local digno para la atención y acompañamiento a las personas más vulnerables de la población y también un lugar de encuentro para todos los vecinos», señalan desde Cáritas.

El proyecto, que se acometerá a medida que existan recursos económicos, está financiándose con fondos parroquiales obtenidos especialmente a través de colectas mensuales, y se espera recibir subvenciones que van a pedirse a las instituciones. Paralelamente ya se han producido donaciones de entidades, entre ellas la 'Fundació la Caixa’ un hecho que la parroquia y Cáritas Parroquial han agradecido.