Treinta y cinco años para una persona son pocos, para un grupo de música muchos y para uno folk que interpreta en valenciano es casi increíble.

Sí, la verdad es que ha sido un poco una aventura y no sabemos cómo hemos llegado porque inconvenientes, de todos los colores. Nuestro trabajo tiene todos los números para que no nos toque la lotería: cantar en valencià, hacer una música no comercial, ser reivindicativos y hablar de cosas políticamente no correctas. Pero la gente no es tonta y fue quien nos empujó hacia arriba. Eso nos ha llevado a una eterna juventud, siempre tenemos la sensación de estar empezando.

¿Cuál es el secreto para que Al Tall haya sobrevivido tanto tiempo?

Por una parte el vicio, el vicio puro, no sabemos vivir sin hacer este tipo de música, sin probar nuevas fórmulas para que el sonido tradicional y antiguo sirva para la vida actual. Por otro, la conciencia de que de alguna forma estás prestando un servicio a este país al reivindicar el lenguaje propio del Pais Valencià y el Mediterráneo.

Su aportación a la música ha sido....

Nosotros hemos tirado cartas encima de la mesa, canciones y repertorios que tienen un sonido más o menos adaptado a la sensibilidad actual, pero que reconoce sonoramente la población del Pais Valencià. No continuar repitiendo las antiguas canciones sino hacer un repertorio actual pero siguiendo la estética musical mediterránea.

¿Ha cambiado mucho la música folk desde la transición hasta la actualidad?

Las etiquetas son un poco perversas a veces. Hacemos música folk bien entendida, pero nosotros usamos otra fórmula, música tradicional de fusión mediterránea. Al principio conocíamos poco la tradición musical del Pais Valencià. Poco a poco hemos ido aprendiendo a hacer música como sabían hacerla nuestros mayores.

Su público es fiel pero además han ido incorporando nuevos espectadores.

Eso ha sido una cosa bastante satisfactoria porque está el público del principio, que ahora es gente muy mayor con hijos mayores. Ha habido épocas bajas y de repente nuevas generaciones de gente joven que ha empezado a seguiremos. Hemos conseguido conectar sensibilidades de distintas generaciones.

En la musical actual, ¿cuál es su papel?

El hueco que tiene es un espacio no comercial, pero que tiene sus seguidores.

Con reivindicación cultural y política.

La reivindicación nuestra comienza por la música, es cultural, que también es política, y pasa por utilizar la lengua propia y defender los derechos de este Pais. Esa sigue siendo nuestra seña de identidad. Cada vez el Pais Valencià es menos de lo que debería ser, pero tenemos esperanza.

¿Qué música pondría a la situación política de la Comunitat Valenciana?

Valdría la nuestra y también heavy. Cualquier lenguaje musical siempre que explique el esperpento que estamos viviendo.