Juan Manuel Jiménez, un vecino de la Malva-rosa que trabaja en una ONG, ha emprendido una particular batalla contra el programa Sálvame de Telecinco, harto de lleven más de un año implicándole en varios escándalos. Según las denuncias que mostró a Levante-EMV, su nombre y su imagen ha sido utilizado recurrentemente "cuando yo no he dado ninguna entrevista ni acudido a ningún plató".

Todo empezó cuando se dejó ver en compañía del vidente Rappel. Juan Manuel entró así en contacto con el universo Aquí hay tomate primero y Sálvame después. Fue precisamente a través de Rappel, según cuenta, cómo conoció a Kiko Hernández, exconcursante de Gran Hermano y actual colaborador del programa de Jorge Javier Vázquez.

Con Kiko se comunicaba sobre todo a través del ordenador. Su amistad se enturbió cuando el televisivo contó, tanto en su blog como en antena, una confidencia íntima que le había hecho Juanma sobre Juan Miguel, el peluquero de Castelló exmarido de Karina y exconcursante de algún programa de telerrealidad.

Las cosas fueron a peor. Francisco Hernández denunció al valenciano por acosarle y amenazarle, por lo que solicitó, y obtuvo, una orden de alejamiento. Juan Manuel no puede acercarse al colaborador a menos de 500 metros ni ponerse en contacto con él. Tienen pendiente un juicio inminente.

Pero Jiménez también ha acudido a los juzgados. El pasado marzo denunciaba a Hernández por presuntos malos tratos psicológicos, insultos y amenazas y al presentador y varios colaboradores más de Sálvame por citarle y difamarle.

Según Juanma, estos programas han mostrado fotos íntimas suyas "robadas" de las redes sociales, le relacionaron con el vídeo en el que se ve a Antonio Canales practicando una felación en la playa cuando no era él quien le acompañaba y le han acusado públicamente de incendiar la casa de Hernández o mantener relaciones a cambio de dinero.