Sobre el cuerpo humano viven billones de células microbianas que pertenecen a miles de especies bacterianas. Estos microbios tienen un papel clave en la salud, pero se sabe poco sobre su evolución. En un nuevo estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, un equipo multidisciplinario ha investigado la historia evolutiva del microbioma oral de los homínidosde los últimos 100.000 años.

Investigadores de 41 instituciones en 13 países, incluido el investigador Cidegent Domingo C. Salazar-García de la Universitat de València, contribuyeron en el análisis y lo convirtieron en el estudio más grande y ambicioso del microbioma oral antiguo hasta la fecha. Su investigación sobre el cálculo dental de más de 120 individuos que representan puntos clave en la evolución de primates y humanos ha revelado hallazgos sorprendentes sobre el comportamiento humano temprano y nuevos conocimientos sobre la evolución del microbioma homínido.

«Pudimos demostrar que el ADN bacteriano del microbioma oral se conserva al menos el doble del tiempo que se pensaba», explica James Fellows Yates, autor principal del Instituto Max Planck para la Ciencia de la Historia Humana. «Las herramientas y técnicas desarrolladas en este estudio abren nuevas oportunidades para responder preguntas fundamentales en arqueología microbiana y permitirán una exploración más amplia de la relación íntima entre los humanos y su microbioma».

«Los estudios de análisis de micro restos vegetales en el cálculo dental de los neandertales ya señalan que la dieta de los neandertales era más variada de lo que se pensaba, e incluía una variedad de alimentos vegetales», dice el investigador valenciano Domingo C. Salazar García, uno de los autores principales del estudio. «Sin embargo, confirmar esto gracias al perfil del microbioma oral refuerza claramente la idea de que nuestros antepasados no eran tan ‘simples’ como muchos todavía los retratan, definitivamente no hablando desde el punto de vista dietético», argumenta.

Muchos de los ejemplares arqueológicos analizados en este estudio proceden de la Península Ibérica como resultado de proyectos de investigación coordinados por el investigador valenciano, que seleccionó y muestreó muchos de ellos. Estos incluyen muestras de neandertales de Sima de las Palomas (Murcia), Banyoles (Cataluña) o Boquete de Zafarraya (Andalucía). Se incluyen también humanos anatómicamente modernos de época preagrícola como los de la necrópolis mesolítica valenciana de El Collado, en Oliva. Estos últimos, comisariados en el Museu de Prehistòria de València, son de especial relevancia por tratarse de las muestras humanas preagrícolas más recientes incluidas en el estudio.