Destino familiar

El Pirineo y las tierras de Lleida, un paraíso para saborear el verano en plena naturaleza

Un paraíso estival para disfrutar en familia y sumergirse en la riqueza natural y el patrimonio cultural de la demarcación

Aventura y adrenalina en verano: las comarcas de Lleida ofrecen actividades deportivas y experiencias únicas en plena naturaleza

Caballos pastando en el Parc Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici. Alta Ribagorça

Caballos pastando en el Parc Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici. Alta Ribagorça / Ramon Gabriel

Sergi Martí

Llega el verano y con él, el buen tiempo y las ganas de hacer cosas, de pasar tiempo de calidad con la familia, de disfrutar del aire puro y de la tranquilidad de encontrarse lejos de las aglomeraciones de las grandes ciudades. Y para ello, Lleida es uno de los lugares ideales para saborear estos meses estivales. No es casualidad que las comarcas del Pirineo y las Tierras de Lleida se hayan convertido en todo un referente para el turismo familiar. El abanico de oportunidades para los visitantes es inmenso, tanto en materia de patrimonio monumental, natural y paisajístico, como también a la hora de poder hacer todo tipo de actividades como hacer senderismo y vivir un sinfín de fiestas populares.

Bienvenida al solsticio de verano

El solsticio de verano arranca con fuerza en las comarcas del Pirineo leridano con las tradicionales bajadas de fallas para celebrar, con la icónica imagen de las serpientes de fuego descendiendo por las laderas de la montaña. Esta fiesta se ha popularizado en los últimos años gracias a que la UNESCO le otorgó el reconocimiento de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, pero es una tradición ancestral que se repite año tras año en diferentes pueblos de la montaña leridana en torno a San Juan, con una presencia especial en diferentes localidades de la comarca de la Alta Ribagorça, el Pallars Jussà y Sobirà, y en el Alto Urgell. Boí, Casós, el Pont de Suert, Vilaller, Barruera, Erill la VallTaüll son algunos de los pueblos ribagorzanos con fuerte tradición fallera, pero también cabe destacar las fallas de Alins y de Isil en el Pallars Sobirà, las de la Pobla de Segur en el Pallars Jussà y las de Alàs y Cerc en el Alto Urgell, que completan el calendario de bajadas.

Inicio de la bajada de fallas en Taüll desde el faro. En la zona de Torresplanes

Inicio de la bajada de fallas en Taüll desde el faro. En la zona de Torresplanes / Oriol Riart

En

Val d’Aran, por su parte, también hay municipios que celebran la llegada del verano con fuego pero con un formato propio. En las localidades aranesas de Les y Arties se conserva la tradición de quemar un abeto la noche más larga del año, en vísperas de San Juan. Son la Fiesta de Eth Haro y de Eth Taro, respectivamente. Por todo ello, las fiestas del fuego del Pirineo leridano son, sin duda, un espectáculo digno de ver y una bonita forma de anunciar que el verano ha comenzado.

Lleida para todos los públicos

Con el arranque del período veraniego, las comarcas del Pirineo y las Tierras de Lleida abren de par en par sus puertas a la llegada de los visitantes que buscan emociones más fuertes. La demarcación de Lleida propone un amplio abanico de posibilidades para combinar descanso y aventura, naturaleza y monumentos, gastronomía y enoturismo, tradición y modernidad.

Desde hace unos años, empresas y entidades turísticas se han comprometido a hacer del Pirineo y las Tierras de Lleida un destino sostenible y respetuoso con el medio ambiente. Desde el año 2021, la demarcación ostenta la certificación Biosphere Destination, que avala esta firme apuesta por la sostenibilidad, la responsabilidad y el turismo ecológico. Esta certificación propone garantizar el desarrollo económico y turístico de la zona, preservando y cuidando el entorno natural y cultural privilegiado que posee. Son los propios habitantes de la zona, establecimientos, empresas de turismo activo y guías turísticos quienes lideran esta conciencia medioambiental y velan por la preservación del entorno, para que las actuales y futuras generaciones puedan disfrutar de este territorio.

Desde el año 2021, la demarcación ostenta la certificación Biosphere Destination

Poder combinar su riqueza patrimonial, arquitectónica y cultural con un patrimonio natural formado por paisajes paradisíacos convierte a la demarcación en un destino turístico ideal para visitar en familia. El Parque Nacional de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici es, sin duda, el buque insignia del patrimonio natural del Pirineo. Con casi 41.000 hectáreas de paisajes maravillosos repartidos entre las comarcas del Pallars Jussà, el Pallars Sobirà, la Alta Ribagorça y la Val d'Aran, recorrer sus senderos y rutas en medio de este majestuoso parque, descubrir bosques de pino negro o abetos, admirar algunos de los casi 200 lagos naturales que contiene y visitar alguno de los nueve refugios de montaña que hay dispersos dentro de sus límites, es una experiencia única que todos deberían vivir al menos una vez en la vida.

Els Encantats, al sur del Estany de Sant Maurici

Els Encantats, al sur del Estany de Sant Maurici / Sergi Reboredo

La oferta natural de la demarcación incluye otras propuestas interesantes como el Parque Natural del Alt Pirineu, que con una superficie de cerca de 80.000 hectáreas, es el más extenso de Catalunya y cuenta con la cima más alta de Catalunya, la Pica d'Estats (3.143 metros). El parque se convierte en una reserva del patrimonio natural pirenaico tanto en el ámbito paisajístico como faunístico. Y toda esta oferta se complementa también con el Parque Natural Cadí-Moixeró, el segundo parque más grande de Catalunya, repartido entre las comarcas del Alt Urgell, la Cerdanya y el Berguedà, y muchos otros rincones como la Vall Fosca, la Vall de Lord o la Ribera Salada, que se extienden por todas las comarcas pirenaicas.

Pero no solo el Pirineo oculta parajes con especial encanto. Sería injusto no destacar, en este sentido, otras propuestas que se extienden por toda la demarcación, como la sierra del Montsec, que esconde tesoros como el desfiladero de Mont-rebei o el desfiladero de Mu en Camarasa. O más abajo, en las comarcas de la Plana, donde se pueden encontrar lugares magníficos en los que vale la pena perderse un rato, como el lago de Ivars y Vila-sana, la Confluencia del Segre-Cinca, los secanos de los Planes de la Unilla, el tomillo de Alfés o los banquillos de los Canales de Urgell, por mencionar solo algunos de los Espacios Naturales de Ponent.

Senderismo en el GR-1 de La Pertusa en el Congost de Montrebei. El Noguera

Senderismo en el GR-1 de La Pertusa en el Congost de Montrebei. El Noguera / Oriol Clavera

Sin embargo, no podemos olvidar que también hay quienes prefieren disfrutar de sus vacaciones y tiempo de ocio descubriendo nuevas propuestas relacionadas con la historia y la cultura, visitando conjuntos monumentales u otras muestras representativas de la tradición y las costumbres del país. La historia y la cultura se entrelazan en todo el territorio y se materializan en diferentes formas que generan experiencias lúdicas pero también educativas, con el objetivo de acercar al viajero a diferentes épocas de nuestra historia.

Resultan imprescindibles las visitas al conjunto monumental de iglesias románicas del Vall de Boí

En este caso, resultan imprescindibles las visitas al conjunto monumental de iglesias románicas del Vall de Boí, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO por su singularidad, y a la Seu Vella de Lleida, que corona la capital del Segrià con su majestuosidad y se complementa con la Suda, el antiguo Castillo del Rey de origen andalusí, o la catedral de la Seu d'Urgell, la única en Catalunya que es íntegramente románica. 

Seu Vella de Lleida

Seu Vella de Lleida / Santi Iglesias

También en Lleida podemos transportarnos a la prehistoria desde el Geoparque Orígenes o descubrir vestigios del arte rupestre en la Roca de los Moros del Cogul, en Les Garrigues, con pinturas ancestrales que también gozan del reconocimiento de la UNESCO. La fortaleza del Vilars, en Arbeca, nos permite acercarnos a la forma de vida de los íberos, y los castillos de frontera, como el de Muro en el Pallars Jussà o el de Concabella en la Segarra, nos adentran en los tiempos en que cristianos y sarracenos se disputaban el territorio leridano. El castillo templario de Gardeny en Lleida, la judería de Tàrrega, la Ruta del Cister, el Espacio de los Canales de Urgell de Mollerussa o el Museo Hidroeléctrico de la Torre de Capdella son algunos de los otros espacios que nos evocan momentos clave de la historia, la cultura e incluso la economía de nuestra región.

Y si en vez de mirar hacia atrás, hay quien prefiere mirar hacia el futuro, también puede hacerlo. El Parque Astronómico Montsec (PAM), ubicado en Àger, acerca a los visitantes a la astronomía y permite percibir la inmensidad del universo, a la vez que invita a mirar hacia el futuro que se abre a partir de la investigación científica en materia aeroespacial. Situado en pleno Montsec, este espacio dispone de lo considerado como uno de los mejores cielos del mundo para hacer observación astronómica y disfrutar de la luz de las estrellas, reconocido mundialmente gracias al sello Starlight.

Parc Astronòmic del Montsec. Àger. La Noguera

Parc Astronòmic del Montsec. Àger. La Noguera / Oriol Clavera

Todo ello se complementa con una red de equipamientos distribuidos en todas las comarcas leridanas que ofrecen actividades familiares en las que tanto grandes como pequeños pasarán un buen rato juntos. Los viajes del Tren de los Lagos, desde Lleida hasta La Pobla de Segur, con el tren histórico y con las magníficas vistas panorámicas que ofrece el recorrido, son un ejemplo. También las visitas al Aran Park, en Bossòst, para conocer de cerca la fauna salvaje, o la posibilidad de buscar oro en familia que ofrece el Centro de Interpretación del Oro de Balaguer, son opciones destacadas. El Zoo de los Pirineos en Odèn, en el Solsonès; las propuestas temáticas de la Manreana, en Les Garrigues; el Museo Roda en Roda de Lleida ciudad; el Museo de la Sal en Gerri de la Sal, o el Ecomuseo de los Valles de Àneu, son algunas otras propuestas que completan la oferta de turismo familiar de la demarcación.

En busca de la aventura

No todo el mundo busca tranquilidad, relajarse y encontrar momentos de descanso para desconectar de su rutina en los meses de verano. También hay quien busca vivir aventuras, realizar actividades y deporte en plena naturaleza, estar en movimiento constante e incluso generar adrenalina con experiencias más intensas. Y sí, también las comarcas de Lleida ofrecen esta posibilidad, no en vano se han convertido en un referente en materia de turismo activo a escala internacional, un sector que tiene en la demarcación 270 empresas especializadas que ofrecen más de 50 actividades de aventura y deporte.

El rafting sigue siendo el deporte de aventura más popular y la punta de lanza de la oferta en las comarcas del Pirineo leridano, con el Noguera Ribagorçana, el Noguera Pallaresa, el Garona y el Segre como centro de la actividad. Pero también existen otras disciplinas, como el piragüismo (canoa y kayak), el hidrospeed, el hidrotrineo, el descenso de barrancos, el hidrobob y el trekking acuático, por mencionar las más populares. Y para quienes busquen remojarse en aguas más tranquilas, el embalse de Rialb, el Ráfting Parque de la Seu d'Urgell, el Parque de la Roca del Call de Ponts, las dos grandes balsas de Gimenells, los embalses de Sant Ponç, Sallente, Sant Antoni y la Torrassa, o el estanque de Certascan, a más de 2.000 metros de altitud, son lugares ideales para la práctica de disciplinas como el piragüismo, actividades subacuáticas, kayak, esquí acuático, vela, pádel surf, windsurf y ultratubo.

Rafting en el Noguera Pallaresa

Rafting en el Noguera Pallaresa / Sergi Reboredo

Otro de los platos fuertes que ofrecen el Pirineo y las Tierras de Lleida son los deportes y actividades en tierra firme. El senderismo y el trekking por parajes excepcionales y cientos de rutas marcadas por todo el territorio, con diferentes niveles de exigencia física, son uno de los principales atractivos para aquellos amantes de la actividad al aire libre y el excursionismo.

Los aficionados a la montaña tienen la posibilidad de subir a picos emblemáticos como la Pica d'Estats

Por su parte, los aficionados a la montaña tienen la posibilidad de subir a picos emblemáticos como la Pica d'Estats, el más alto de Catalunya; el Sotllo, en el Pallars Sobirà; el Montardo, en la Val d'Aran, o el Besiberri y el Comaloforno, en la Alta Ribagorça, entre otros muchos repartidos por la geografía pirenaica y que en pleno verano se pueden visitar sin necesidad de llevar equipamiento especial, ya que las altas temperaturas estivales ayudan a fundir la mayor parte de la nieve. Excursiones a caballo o en quad y rutas en BTT, bicicleta de carretera o gravel son otras propuestas que complementan el catálogo de actividades idóneas para realizar en estos meses de calor.

También los amantes de la espeleología, las vías ferratas o la escalada tienen zonas ideales para practicar estas aficiones. Camarasa, Sant Llorenç de Montgai, Vilanova de Meià, Oliana o el desfiladero de Terradets son algunos de los puntos donde se concentran más aficionados a estas disciplinas.

Excursión en bicicleta por Montgarrí

Excursión en bicicleta por Montgarrí / Oriol Clavera

Finalmente, para aquellos a quienes les gustan las alturas y volar, los municipios de Àger, en la Noguera, y Organyà, en el Alt Urgell, se han convertido en los principales polos de los deportes de aire en la demarcación, con el parapente como producto estrella, pero también se pueden practicar otras disciplinas como el salto base, los ultraligeros, vuelos en globo aerostático o vuelos sin motor.

Magia para el paladar

Los llamados ‘foodies’ o turistas gastronómicos, interesados en disfrutar de la gastronomía y los productos locales de calidad, tienen también en las comarcas de Lleida un destino magnífico que puede aportar a sus paladares la magia que están buscando. Productos de proximidad y de máxima calidad, una larga tradición de cocina de “chup-chup" que se mezcla también con toques de innovación en los fogones, el maridaje con buenos vinos y un servicio siempre cercano son la garantía de que la vivencia gastronómica será excelente. De hecho, el Pirineo y las Tierras de Lleida tienen una gran tradición en ser productores de alimentos gourmet y de gran calidad. Desde el aceite de las Garrigues hasta la ternera del Pirineo, los turrones de Agramunt, la pera de Lleida, el queso y la mantequilla del Alt Urgell y la Cerdanya, y otras propuestas que enriquecen la oferta gastronómica de la demarcación, marcada por los productos de la tierra y por recetas que han viajado en el tiempo a través de las generaciones. Los caracoles, la coca de recapte, la cassola de tros, el trinxat o la girella son solo algunos ejemplos de platos y productos típicos que el visitante podrá encontrar en la demarcación. Y, por otra parte, la DO Costers del Segre, dentro de su Ruta del Vino de Lleida, ofrece la posibilidad de visitar las bodegas repartidas por las comarcas leridanas, donde se pueden degustar y comprar vinos elaborados por productores locales con un sello que certifica su calidad.

Más información en www.aralleida.com